Le sienta bien el viento del mar

Atenas ganó un partido para recordar. Perdía por 20 puntos en el tercer cuarto y sufría por su corta rotación. No obstante no bajó los brazos y sin apoyarse en la dependencia de Herrmann encontró otras vías que lo llevaron a la victoria. Sin dudas que aprovechó todo lo que Quilmes fue regalando, minuto a minuto.

Hay partidos que te los ganan y otros que se pierden. Quilmes lo perdió. Porque perdió la brújula, el juego y su defensa. Cometió errores que se transformaron en alimento para el rival. Llegó a ganar 61-41 a falta de 6 minutos para que termine el 3er cuarto. Y aunque quedaban largos 16 minutos, la única manera posible para que Atenas vuelva al juego es justamente lo que ocurrió: que al empuje y la lucha de un equipo que jamás se rinde, Quilmes lo ayude equivocando los caminos.

Y la teórica ventaja que suponía para Ramella tener el plantel completo por primera vez, al igual que contra Quimsa, se transformó en un karma. Porque ahora con 6 jugadores en el banco de suplentes de similares rendimiento se le hace difícil la elección del personal y sobre todo porque siempre que pierda terminará siendo mejor el jugador que no puso. Es condicionante incluso para quienes están en cancha.

Quilmes tuvo un tiempo para ilusionarse y uno para la decepción y fue la inversa de lo que le ocurrió a Atenas. Empezó con una defensa que salía a reivindicarse del flojo papel ante Quimsa. Quiso imponer ritmo desde el comienzo y lo logró. Aisló a Herrmann con la marca de Marín por delante y las ayudas de Ghersetti y Romero por detrás. El cerrojo defensivo “anti Herrmann” funcionó a pleno porque Atenas jugó todo el tiempo con el rubio alero posteado cerca del canasto para sacar ventajas.

Con dos triples y 8 puntos en total Marín le ganaba el duelo al alero rival y como siempre Walter Baxley (10 pts) desnivela la defensa rival. Lo enloquecía a Elsener con penetraciones o tiros a media y larga distancia. Atenas encontró algo de ayuda en el poste bajo con Covile pero se cargó con dos faltas y tuvo que salir.

El primer cuarto cerró con Quilmes arriba 24-19 y el control del juego. Estableciendo Ramella una rotación temprana de 5 jugadores en los primeros 10 minutos con la idea de buscar el desgaste de un Atenas limitado en el personal. La diferencia se estableció en los 10 puntos para casi todo el segundo cuarto.

El conjunto local tuvo una buena respuesta del banco de suplentes con muchos puntos de Maximiliano Maciel (11) sin errar tiros de cancha, acompañado por Sahdi y Piñero. Atenas distribuyó su ofensiva en varias manos, pero más hijo de la necesidad que del sistema de juego. Vale decir, fue llevando el partido como podía.

En el tercer cuarto Atenas salió con una zona 2-3 que fue muy vulnerable para un Quilmes que disfrutó del juego de pases. Atacó bien la zona y un parcial de 6-0 lo puso rápidamente arriba por 20 puntos (57-37).

La ventaja la conservó un par de minutos hasta llegar al 61-41, pero Atenas lejos de caerse, a pesar de la enorme fragilidad defensiva que mostraba volvió a defender en individual y tuvo Juan Brussino como estandarte con 8 puntos para llevar algo de gol rápido y salir de pozo. Fue Ryvon Covile con su tiro de media distancia quien pudo vulnerar la defensa de Quilmes que seguía muy cerrado sobre Herrmann, que apenas sumaba desde la línea de libres.

No obstante, sin Baxley en cancha, Quilmes cerró con poco gol los últimos 4 minutos y sobre todo se evidenció cuando Atenas volvió a la zona a falta de 2:20 (66-51) siendo esta vez si todo un problema para el cervecero.

El técnico visitante Marcelo Arrigoni se convenció de dos situaciones: primero de mantener la zona al principio del último cuarto, y segundo de juntar a Nicolás Zurschmitten como base corriéndolo a Juan Brussino como escolta, situación que le “soltó la correa” al talentoso Brussino que se convirtió en un generador permanente en ataque.

Quilmes lo tuvo a Baxley en el banco en virtud de jugar con Sahdi y Ortíz juntos. Luego reingresaría el escolta goleador de Quilmes pero por Sahdi, quien no tuvo un buen partido. Encima Ortíz había metido un triple y esto terminaría de convencer a Ramella. Quilmes jugó ante Atenas el cierre del juego sin ninguno de sus dos bases tradiciones: Sahdi y Vildoza.

De todos modos los movimientos de piezas no determinan una victoria y una derrota de manera tan clara como las virtudes o equivocaciones de los jugadores. A falta de 3:55 y con el tablero 78-73 llegó una jugada clave.

Baxley recibió una pelota recuperada por Ortíz y en contraataque erró una bandeja con mano derecha pero de espaldas. El extranjero protestó una supuesta falta y le bajaron un técnico. Herrmann convirtió ambos libres y en la reposición con un doble de Fierro, Atenas se puso uno por abajo (78-77). De poder sacar 7 con la bandeja errada en 20 segundos se encontró con el rival encima habiendo descontado la diferencia.

Y en el cierre ya fue una cuestión de puntería. Fierro lo puso arriba a Atenas y Baxley erró dos libres para luego poder meter los siguientes dos detrás de un recupero. Quilmes desperdiciaba posibilidades sin poder defenderlo a un equipo cordobés que ya había inflado el pecho sabiendo que todo estaba al alcance de su mano.

Allí otro error de Quilmes con la ventaja mínima (80-79) Maciel le comete una antideportiva a Diego Guaita de la que Atenas saca provecho. El “griego” fue aprovechando todo lo que Quilmes le daba de comer. Y finalmente Baxley erró un triple sin rebote y Brussino, con prácticamente la posesión agotada y la marca encima metió un triple con tablero (80-85) que fue lapidario.

Esa secuencia de aciertos y errores por cada parte determinó el ganador de un partido muy intenso. Donde el vencedor tuvo todos los méritos y también el perdedor hizo mucho para que eso ocurriera. No fue un partido más, Quilmes terminó cerrando con tres derrotas los cuatro partidos de local que tuvo: ¿la buena noticia? Compitió contra todos, puede ganar. Para Atenas, el aire de mar le trae buenos recuerdos este verano. ¿Podrá salir del pozo y convertirse en el equipo que siempre promete?. Parece depender de sí mismo a pesar de todas las ausencias y con equipo completo soñará en grande.

Sìntesis
Quilmes (84): Luca Vildoza 2, Walter Baxley 22, Federico Marín 14, Mario Ghersetti 4, Diego Romero 12 (FI) Tayavek Gallizzi 5, Maximiliano Maciel 11, Fabián Sahdi 2, Facundo Piñero 9. Dt: Leandro Ramella

Atenas (89): Juan Brussino 21, Alexis Elsener 13, Walter Herrmann 20, Diego Guaita 6, Ryvon Covile 19 (FI) Mariano Fierro 7 (x), Cristian Rossini 0, Nicolás Zurschmitten 3. Dt: Marcelo Arrigoni.

Parciales: 24-19, 51-37, 69-58 y 84-89
Árbitros: Fabricio Vito – Julio Dinamarca
Estadio: Once Unidos

Fotos: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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