Desde el alma

Las victorias no siempre suponen lo mismo. Quilmes accedió a un triunfo reivindicatorio e histórico que podría suponer un camino nuevo. En toda la temporada 2011/12 que terminó en el descenso del equipo de Beto Martínez, no tuvo una victoria tan importante como la que consiguió anoche, dos años después. Desde ya que este triunfo ante Regatas es el más destacado de la temporada actual.

Por el contrario, será de largo análisis la derrota de Regatas, que no jugó bien, que tuvo que pasar al plan “B” para poder pelear el partido y que deja más dudas que certezas cuando se acercan los Play Offs.

Quilmes jugó el mejor primer tiempo de toda su liga, por muchas circunstancias. En principio por su defensa que estuvo siempre un paso delante de las intenciones de Regatas. Luego por su ofensiva, fluida, atacando siempre la debilidad de Regatas, paciente como pocas veces, no dependiente de Baxley y hasta aprovechando el contraataque.

Comenzó con una gran dinámica defensiva en busca de frenar a Paolo Quinteros siendo Marín su marca pero con una ayuda grupal muy importante. Regatas se trabó buscando sus primeras opciones y perdió 4 balones muy rápido para que Quilmes tome 6 de luz: 12-6. Solo Hopson podía anotar en la visita.

El campeón reaccionó en todo su esplendor para solidificar la defensa sin dejar mover a Baxley con Hopson sobre Marín, Quinteros con Sahdi y Gerlero en la marca del americano de Quilmes. Aunque no corrigió la cantidad de pelotas perdidas, Regatas marcó un parcial 11-0 (12-17) con Gerlero anotando ganándole la espalda a Baxley.

De todos modos Quilmes reaccionó con parcial 8-0 (20-17) para que Casalánguida tenga que pedir minuto. Una buena gestión de Ghersetti, la tercera falta de Ricky Sánchez y lo errático de Paolo (0/4) conspiraron en su contra.

Para el segundo cuarto el ingreso de Martínez y Bortolín alimentaron a Regatas, porque el pick and roll del base con el pivote fue un jeroglífico para Galizzi y Vildoza. Los 8 puntos de Bortolín en el período fueron 4 dobles merced 3 asistencias de “tomá y hacelo” del paraguayo Martínez y una de Quinteros.

Quilmes había comenzado el segundo cuarto con un sprint de 12-2 para tomar una máxima de 32-23 en menos de 4 minutos. Pero las mandadas de Bortolín preocuparon a Ramella (34-29) para que pida minuto. El local tuvo un mejor cierre de segmento con el ingreso de Piñero y la calidad ofensiva de Vildoza. El primer tiempo fue de Quilmes 43-35.

Regatas estaba maniatado. Con 1/11 en triples era inofensivo desde el perímetro y peor aún fueron las 11 pérdidas que sumaba en total. Paolo Quinteros jugando a chocar de manera permanente contra una defensa que se había cerrado sobre él. De todos modos salvo la conexión Martínez – Bortolín Regatas era puramente gestión individual del uno contra uno que tanto conspira contra el juego de equipo.

Para el segundo tiempo Casalánguida tomó medidas de emergencia y pasó al plan “B”. Dejó a Quinteros en el banco y salió con Martínez y Hopson en el 1-2 con Gerlero de alero. Y un doble pivote con Bortolín y Calderón en el poste bajo.

El campeón mostró las credenciales y jugó 7 minutos de una defensa excelente. Quilmes tuvo “el efecto Paolo” en su propio goleador: Baxley era devorado en la marca por Gerlero que hasta allí era la gran figura del partido: lo tenía controlado al americano goleador de Quilmes y sumaba 20 puntos en ataque.

Regatas volvió a pasar al frente en el marcador (52-53) habiendo cambiado el rumbo del juego con su gestión defensiva. Pero Quilmes reaccionó con un par de defensas y salidas de contraataque recuperando la alegría ofensiva y un parcial de 10-2 para retomar el liderazgo al final del tercer cuarto (62-55) y perder solo por uno el parcial el tercer segmento (19-20) que venía siendo nefasto.

Para el tramo final, Ramella le renovó la confianza a Luca Vildoza como escolta al lado de Sahdi en una sociedad que fue de lo mejor de la noche para su equipo. Además la gran apuesta del entrenador fue jugar desde el tercer cuarto con un doble ala pivote (Ghersetti – Maciel) imponiendo voluntad, lucha y mayor rapidez en las piernas para los cambios defensivos.

Quilmes entró al último cuarto con el envión del cierre del tercero y se distanció a pura defensa y contraataque. Regatas era un desconcierto: erraba los triples, segado en el plano individual del uno contra uno. El cervecero en 3 minutos y medio tomó una enorme luz de 15 puntos (72-57) ante el descontrol pleno de su rival.

Pero llegó la equivocación: Ganando 73-61, y ante el pedido de minuto de Casalánguida, Fabián Sahdi por cruzar palabras con Quinteros que estaba en el banco rival se ganó un sanción técnica que Regatas facturó con 4 puntos. Luego una defensa y nuevo triple de Ricky Sánchez. En 20 segundos Regatas achicó la distancia a 73 – 68 con un adicional: cuando volvió del minuto se refugió en una defensa zonal.

Ramella también en el minuto cuidó a Sahdi por su calentura y lo sacó de la cancha enviando nuevamente a Baxley que gritaba a los 4 vientos que esa no era su noche… y en verdad no la era. Regatas tenía todo previsto (en zona y en hombre) de cómo marcar al escolta foráneo del cervecero. Quilmes perdió el juego de pases que hasta allí traía y el equipo se cayó en un pozo para que Regatas se ponga a uno (73-72) con parcial 1-15.

Hopson empezó a rememorar hazañas del pasado en Once Unidos, pero esta vez con la camiseta rival y Regatas estaba de pie en la lucha dando vuelta un partido increíble. Aunque sumido en el plan “B” fuera de su juego natural el campeón daba lucha.

Hasta que llegó un triple oportunísimo de Vildoza contra la zona (77-74) para que Quilmes tome algo de aire en el cierre. Allí Hopson puso el doble que acercó a Regatas a uno (77-76) y Quilmes malogró un triple de las manos de Vildoza cuando ya lo ahorcaba el reloj de 24.

La historia era cerrar el partido defendiendo o morir en la orilla. Casalánguida le dio nuevamente la oportunidad a Paolo Quinteros en los segundos finales de ingresar para liquidar el partido, pero Quinteros en una noche que querrá olvidar rápido se llevó puesto a Sahdi en una falta ofensiva increíble.

Con solo 6 segundos Sahdi fue a la línea de libres y anotó los dos (79-76) y en la última acción primero Piñero cortó con falta a Hopson (la cuarta de equipo) y en la siguiente acción la muy buena defensa de equipo de Quilmes llevó a Hopson a tomar la pelota en la mitad de la cancha. Desde allí lanzó para tres y la pelota, aunque cerca, se fue afuera. Fue delirio y desahogo para la gente y los jugadores de Quilmes que soñaban con una victoria así: ante el mejor rival, que le de vida para el ingreso al play offs y los devuelva a la pelea.

Por su parte fue extraño que Casalánguida no usara ni un solo minuto de todo el último cuarto a Miguel Gerlero, quien había borrado de la cancha a Balxey y era el goleador del Regatas con 20. Demasiados frentes abiertos tuvo Regatas anoche en Mar del Plata, luchó contra su rival y contra sí mismo. La ausencia de Martina, la salida de Paolo Quinteros y Gerlero, el enojo y el reto de Martínez con sus compañeros. Contra dos rivales no se puede, y el campeón dejó pasar la oportunidad de subirse nuevamente a la punta del torneo.

Síntesis

Quilmes (79): Fabián Sahdi 7, Walter Baxley 11, Federico Marín 12, Mario Ghersetti 11, Diego Romero 5 (FI); Luca Vildoza 16, Maximiliano Maciel 7, Federico Piñero 3, Lucas Ortiz 0, Tayavek Gallizzi 7. DT: Leandro Ramella.

Regatas (76): Phillip Mc Hopson 17, Paolo Quinteros 4, Miguel Gerlero 20, Ricky Sánchez 7, Pedro Calderón 5 (FI); Matías Bortolín 14, Nicolás Romano 3, Javier Martínez 2, Nicolás Brussino 4. DT: Nicolás Casalanguida.

Parciales: 20-19, 43-35, 62-55 y 79-76.
Árbitros: Fabricio Vito y Julio Dinamarca.
Estadio: Once Unidos.

Foto: Majo Gil (@MajoPick)
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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