Objetivo cumplido

Estaba claro, tanto para Argentino como para Quilmes era una final el choque en Las Morochas. Para el Turco porque de ganar seguía con chances de meterse entre los ocho y soñar con una localía en play offs. Para el Cervecero porque debía cambiar la cara de la derrota en el clásico con Peñarol y quería despedirse de la fase regular con una alegría que lo deje en posición expectante.

El encuentro comenzó como lo que era: un partido sin mañana. Por eso fueron palo a palo desde el arranque. Los dirigidos por Adrián Capelli pegaron rápidamente con un goleo repartido, tal como se viene caracterizando su juego, con apariciones de cuatro de sus titulares en la red contraria (Basabe, Melvin, Saglietti y Pérez) para colocarse 12-6 arriba a 6:40.

Aunque la historia cambió el rumbo poco a poco. Es que Argentino se secó completamente y su rival aprovechó la talla de sus internos (Diego Romero y Mario Ghersetti) para lastimar en la zona pintada local. De esta manera pasó al frente el conjunto de Mar del Plata y se llevó el primer parcial por 20-18.

Con la misma inestabilidad se manejó el segundo capítulo. El Azul con rachas dominó en los minutos iniciales, por lo que logró despegarse de la mano de los pocos aciertos que hubo en esa mitad entre ambos equipos (28-22). Pero cuando todo indicaba que se iba a tomar cierto aire, la luz se cortó parcialmente en Las Morochas.

Al regreso se vio una mejor imagen de la visita, que con un par de bombas de Facundo Piñeiro y Walter Baxley emparejó nuevamente todo sobre un parquet húmedo que no permitía a los jugadores estar cómodos. En consecuencia, tras llevar ocho de máxima, el dueño de casa se fue 34-32 arriba luego del doble de Marcus Melvin.

Tal como pasó antes, Argentino se adelantó rápidamente e hizo valer la calidad de equipo que esgrime juego a juego. Cada uno aportó lo suyo y con un doble más bonus de Landoni volvió a sacar cierta ventaja (39-34). Pero como había pasado antes, el visitante reaccionó. En un abrir y cerrar de ojos nuevamente le dieron vuelta la historia (46-48). Sin embargo allí apareció Juan Cangelosi, quien venía peleado con el aro, sacando la cara por sus compañeros y clavó dos triples para depositar 54-50 al Turco de cara al último parcial.

Todo parecía ser idéntico. Pero no fue así. Ocurre que el Turco halló dos claves: un buen momento ofensivo y una defensa tremenda que secó al Tricolor. En el aro ajeno la figura de Andrés Landoni le dio un aire tan buscado como necesario para soñar con la victoria. Allí sacó nueve, todo un anhelo para ese instante del encuentro (67-58). A partir de ahí, listo, a otra cosa. Nunca más vivió su oponente y cerró un triunfazo por 71 a 63.

Ahora le queda un juego ante un duro Bahía Basket que, más allá de estar fuera de los play offs, le hizo un gran duelo a Peñarol y apenas perdió en la última pelota por 93-91. De ganarlo el Turco, soñá, soñá vos que sos hincha, porque se puede dar la localía, algo impensado para este Argentino de los milagros.

Argentino (71): Lucas Pérez 12, Marcos Saglietti 10, Emiliano Basabe 5, Andrés Landoni 18 y Marcus Melvin 12 (FI) Franco Balbi 0, Juan Cangelosi 10, Santiago Arese 2 y Martín Delgado 2. DT: Adrián Capelli.

Quilmes (63): Fabián Sahdi 0, Walter Baxley 19, Facundo Piñero 8, Marcos Ghersetti 12 y Diego Romero 15 (FI) Maximiliano Maciel 3, Luca Vildoza 2 y Tayavek Gallizzi 2. DT: Leandro Ramella.

Parciales: 18-20, 34-32, 54-50.

Foto: Pablo Omar Destefani - Diario Democracia

Fuente: Deportedejunin.com.ar