Súper Mario dos

La gente lo sabía, el equipo le hizo el honor a aquella vieja costumbre quilmeña de darle la mano a la angustia y la incertidumbreen los partidos que definen buena parte de su vida en play offs. Y aunque no fueron los nervios de un partido cerrado, el público que colmó Once Unidos para ver la clasificación solo se relajó en los 50 segundos finales.

La tarea del equipo de Ramella fue impecable desde el comienzo, dominando como no lo hizo en Paraná a un equipo que lucía quebrado. Los compases iniciales fueron de una orquesta muy afinada: Quilmes metió un parcial de 17-5 en cuatro minutos con apenas una pérdida pero sin errar tiros de cancha. Triples a la carrera (Piñero y Shadi) triple de Ghersetti sobre el eje, dos dobles del propio Mario (que la rompió toda en el primer cuarto) y otro doble más de Romero. ¿El dato? Las 3 asistencias de Walter Baxley que se dedicaba a usar su presencia de amenaza sobre una defensa que se dormía con los cortes.

Sebastián Svetliza paró primero el partido con un minuto (15-5) sin poder creer el vendaval de eficacia que lo abrumaba. Luego empezó con los cambios hasta completar todas las rotaciones posibles buscando salir del tedio. Incluso sus dos minutos del primer tiempo los pidió en el primer cuarto, sabiendo que necesitaba organizar a un equipo muy deslucido.

Sionista fue una sombra los primeros 15 minutos de juego. Sin que haya respuestas individuales o colectivas. Quilmes anuló la posibilidad que ponga la pelota abajo con Míkulas o Zilli y desde allí construir el juego de equipo.

Algunos datos son sorprendentes. Cuando Maciel fue a la línea de libres (35-19) promediando el segundo cuarto y anotó su simple ya todos los jugadores de Quilmes habían convertido al menos un punto.

Sin goleadores, sin egoísmo y con una defensa que negó de manera obsesiva el poste bajo a Sionista por eso el conjunto de Paraná ¡apenas tiró 3 dobles en todo el segundo cuarto!. Un guarismo que es por demás llamativo. Quilmes lo obligó a jugar de frente al canasto y valerse por sus envíos de tres puntos (4/12 en el primer tiempo).

Con un Ortíz muy certero (dos triples) Quilmes terminó gobernando el primer tiempo por 48-31. La mala cara de los jugadores del Centro era evidente, el fastidio los acompañaba al banco en cada cambio. Parecía que no se podría levantar.

En la serie a pesar de las dos victorias de Quilmes en Paraná nunca el cervecero lo había dominado con tal contundencia a su rival. Sionista tenía que responder como sea.

Y algo de eso pasó en el segundo tiempo. Arrancó dubitativo (50-31 máxima), con Polynice en el arranque, pero enseguida entró Cantero y una ráfaga ofensiva de Juan Pablo despertó al equipo. Se sintió despertar cuando llegaron las equivocaciones en velocidad de Baxley, que quiso dar en un partido todas las asistencias que no dio en toda la temporada (terminó con siete asistencias).

Ninguno de los dos bases de Quilmes hizo pie en el segmento y Quilmes perdió la brújula. Y para colmo perdió los extraordinario porcentajes del primer tiempo (7/14 en triples) errando los 4 tiros de tres puntos que tomó. Situación que lo llevó a depender casi en exclusividad del juego interior con Ghersetti sacando la cara y Baxley yendo a la línea.

Sionista con una defensa mucho más consistente la aparición de Míkulas en el poste bajo más un perímetro que por fin decía presente bajó la diferencia a menos de dos dígitos (54-46) con parcial 4-15.

Ramella fue cambiando la formación y abandonó los la estadía del pivote para jugar con doble cuatro (Ghersetti-Maciel) situación que no modificó cuando incluyó a Piñero por Maciel en el cierre. La idea era que Quilmes tuviera la posibilidad de cambiar en las cortinas y velocidad para responder la dinámica que Sionista le estaba poniendo al juego.

Al ingreso al último parcial Quilmes ganaba 62-50 pero sabiendo que el partido había cambiado. Desde el comienzo mismo del cuarto fue un intercambio de pelotas puro. Con Vildoza acelerando por el local y la dupla Aguirre-Cantero apareciendo a fondo por la visita.

No obstante la noche tenía nombre y apellido y allí Mario Ghersetti escribió su nombre con un par de soluciones ofensivas (8 pts en el último cuarto) y rebotes (14 en total) para destrabar los peores momentos de Quilmes.

Finalmente después sufrir la cercanía de los seis puntos (74-68) a falta de dos minutos Ramella lo sacó a Vildoza para ponerlo a Sahdi y el base titular no defraudó con 4/4 en libres. Mismo guarismo que Piñero y Marín. Es decir en tres jugadores Quilmes tuvo 12/12 en tiros libres para cerrar el partido. La eficacia que hizo falta para disimular el 0/5 en triples del segundo tiempo que lanzó el cervecero.

De aquel paso arrollador a una victoria con angustia. Del temible equipo tirador y metedor a uno que ya tuvo todo tipo de dudas de cuándo y cómo tirarla. Quilmes ha sido fiel a sí mismo incluso en el juego más importante del año. Fue una montaña rusa de sensaciones y un completo vaivén que va de la nada a la gloria con suma facilidad.

En cambio Sionista completó una serie de suma desidia y profunda decepción. En algún momento de la segunda fase el equipo amagó con discutir los primeros lugares pero nunca entró en sintonía. Jugó sin alma el primer partido, regular el segundo y regaló el primer tiempo del juego tres. Demasiadas ventajas para pretender ganar la serie. Fue barrido y no cumplió las expectativas previas al torneo a pesar de los buenos nombres que sumó.

Para Quilmes la historia es otra: se llena de oportunidad a pesar que lo esperan los mejores y más regulares equipos de la liga. Y todavía tiene un deseo para pedir: quizás hasta se de la oportunidad de cruzar con Peñarol, y donde hay revancha hay vida.

Síntesis

Quilmes (89): Fabian Sahdi 8, Walter Baxley 10, Facundo Piñero 10, Mario Ghersetti 24 y Dieg Romero 7 (FI) Luca Vildoza 4, Lucas Ortiz 6, Federico Marin 11, Maximiliano Maciel 3 y Tayavek Gallizi 6. DT: Leandro Ramella.

Sionista (79): Nicolás Aguirre 7, Juan Pablo Cantero 18, Eniel Polynice 14, Gabriel Mikulas 11 y Alejandro Zilli 10 (x) (FI); Federico Goldemberg 0, Jeremías Sandrini 0, Mariano Byró 3, Daniel Hure 6 (x) y Enzo Ruiz 10. DT: Sebastián Svetliza.

Parciales: 26-11, 48-31, 62-50
Árbitros: Julio Dinamarca - Sergio Tarifeño - Alejandro Ramallo.
Estadio: Once Unidos. – Mar del Plata

Fotos: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)

Crónica: Pablo Tosal (@Pablotosal)
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