¡San Antonio finalista!

San Antonio es finalista de la NBA una vez más. Derrotó a los Oklahoma City Thunder por 112 a 107, en tiempo suplementario, y cerró la serie 4-2. En la gran definición ya los esperan Miami, en un duelo que tendrá sabor a revancha para los Spurs.

En lo que fue un gran partido de básquetbol, el equipo de Gregg Popovich se lo terminó llevando gracias a la gran actuación de sus estrellas en los momentos más calientes. Si bien el goleador de los texanos fue Boris Diaw con 26 puntos, Tim Duncan fue vital durante la prórroga; Marcó 7 de los 11 tatos de su equipo, incluido un tiro sobre la marca de Ibaka que terminó dándole el triunfo y los tickets, por segundo año consecutivo, a la cita final.

Los primeros dos cuartos no fueron vistosos. Oklahoma City se fue al descanso largo arriba 49-42 gracias a una doble y falta de Durant en contraataque ante un mal cierre del segundo período por parte de los Spurs, quienes comenzaban muy erráticos en triples (4/18).

Con la idea de sacar de la pintura a Serge Ibaka, Matt Bonner tomó muchas decisiones en ofensivas, pero no dieron resultado, ya que el “Colo” metió solo un lanzamiento de los cinco que ejecutó. Anotar no era tarea fácil para ninguno de los dos. Reggie Jackson y Westbrook sumaron 27 puntos entre ambos en el Thunder, al tiempo que Durant tenía 15.

Popovich mandó a Emanuel Ginóbili a marcar a “KD”, tarea que realizó de buena manera, pero se cargó rápido de faltas (3) y tuvo que abandonar el rectángulo cuando el MVP de esta temporada se posteó para sacar ventaja de la diferencia de talla. Hasta ese momento el bahiense había aportado más en la creación del juego que en la anotación (2 pts, 1/3).

Ante las dificultades ofensivas, San Antonio encontró gol desde el banco; Los suplentes sumaron 14 tantos en la primera etapa, con el francés Boris Diaw como abanderado (10). En ese rubro la diferencia con el Thunder era abrumadora: 51 a 5. Tony Parker, quien se lesionó y no jugó en todo el segundo tiempo, aparecía en cuenta gotas, al igual que Duncan.

En el tercer cuarto San Antonio desplegó su mejor básquetbol en toda la noche, arrasó 37-20 y pareció meterse el juego en el bolsillo. El equipo de Emanuel Ginóbili llegó a sacar una máxima de 12 puntos (81-69) al inicio del complemento, y de la mano de un Leonard imparable (8 pts con 4/5 de cancha) sostuvo un cuarto a puro gol (53.8% TdC) que cerró con un parcial de 14-4 para irse al último cuarto arriba 79-69.

Pero no sería el último en definitiva. Luego de pasar el temblor, Oklahoma City volvió al partido con un parcial de 13-3 que los dejó a solo dos (91-93) con 4:01 por jugarse.

A partir de ese momento se convirtió en un parido de detalles, con un alto grado de emotividad y contracción defensiva. En ese aspecto, Serge Ibaka fue soberbio (dos tapas claves, a Duncan y Manu), al tiempo que en su propio aro San Antonio rotaba las marcas con Durant. El MVP fue hasta el fondo para darle la ventaja transitoria a OKC (99-97).

Manu quiso tener la última palabra y clavó un triple de frente al canasto con 27.1 segundos: 100-99. Tras recoger un balón que se le escapó al propio Durant, el bahiense fue a la línea, pero falló uno y le dejó abierta la puerta al Thunder. Lo empató Westbrook con dos libres (figura de la noche con 34 puntos, 7 rebotes, 8 asistencias y 6 recuperos) y el tiro de Gino quedó largo en la ofensiva siguiente. Había suplementario.

En los cinco minutos de desempates Duncan jugó a los Duncan; Popovich dispuso ofensivas de cuatro abiertos y el ala pivot posteado ante Ibaka, en un duelo de gran jerarquía. El de Islas Vírgenes anotó dos canastas determinante para el futuro del partido, como así también sumó desde la línea (3/4). Finalmente cerró su planilla con 19 puntos y 15 rebotes en 39 minutos.

Ginóbili fue autor de 15 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 4 recuperos en 33. Pese a no estar fino con el aro (3/7 en dobles, 1/7 en triples y 6/7 en libres), Manu tomó gran parte de las decisiones de los Spurs tanto en el cuarto período como así también durante la prórroga.

Esta dura serie ante el Thunder ya es historia. San Antonio impuso toda su jerarquía ante un equipo plagado de talento, y ahora tendrá la posibilidad de jugar una final por sexta vez en su historia, la quinta para Ginóbili. Del otro lado estarán nada menos que LeBron James y sus Miami Heat, verdugos de los Spurs el año pasado. Ese capítulo comenzará el próximo jueves, en el AT&T Center.

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Sebastián Ciano
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