Grandeza rubricada

Si hay algo destacable en la carrera de Emanuel Ginóbili es el hecho de poder servir a su equipo en lo que necesite; puntos, rebotes, asistencias, defensa, capacidad de liderazgo, temple. Quizás en las últimas tres no encontremos un índice con el cual pueda medirse, razón por la que a lo largo de los años en la NBA se ha resistido bastante su condición de estrella en cualquier lugar que no se encuentre en los límites de la ciudad de San Antonio.

Pero anoche el bahiense dejó su firma cerca de la de los más grandes, acrecentando su mote de futuro jugador del salón de la fama – como si fuese necesario –. Tuvo un muy buen desempeño liderando la banca de los Spurs en el triunfo ante los Detroit Pistons (109-99), y durante los 27 minutos que estuvo en cancha sumó 15 puntos (más 5 rebotes, 2 asistencias, 1 tapa y 1 recupero) con los que se metió entre los doscientos máximos anotadores en la historia de la NBA. Manu le puso (más) números a su grandeza.

Quedó en el puesto 199, más precisamente, tras alcanzar los 12.749 tantos con los que superó Johnny Newman y Mickey Johson, quienes jugaron 18 y 15 temporadas, respectivamente. Asimismo quedó a solo 32 unidades del siguiente en la lista, Lamar Odom.

El de Ginóbili es uno de los apellidos exclusivos que se encuentran la lista; se le unió a los de Rick Smits, Vlade Divacs, Peja Stojakovic, Detlef Schrepmhf, Pau Gasol, Tony Parker, Steve Nash y Dirk Nowitzki (Hakeem Olajuwon y Tim Duncan tienen nacionalidad estadounidense).

Seguramente, el hecho de haber quedado entre los 200 máximos anotadores en la historia de la NBA es algo que Ginóbili no le de tanta importancia por estos días, sino que será algo que disfrutará más a la hora de contárselos a sus hijos o nietos. De todas formas, para el mundo de básquetbol argentino es algo que no debe pasar desapercibido, aunque no lo necesitamos para considerarlo el más grande de todos.

Sebastián Ciano
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