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En un duelo vital para las aspiraciones de clasificar a playoffs, Chicago en condición de visitante logró una importante victoria frente a Houston por 103 a 100. Para los Rockets esta derrota lo deja en igualdad de condiciones que Utah con un récord de 37 – 38 en el Oeste. Mientras que los Bulls siguen al acecho con 37 -37 en la novena posición del Este.

El comienzo del partido fue dominio total de los locales que liderados por James Harden lograron una racha de 13 – 4 (tres minutos). La “Barba” lastimó con penetraciones y lanzamientos exteriores que los Bulls sintieron y tuvieron que juntarse en un tiempo muerto para frenar el mal comienzo.

La charla del minuto surtió efecto ya que la visita con un poco más de orden empezó a lastimar a los Rockets y con un parcial de 7/0 donde mucho tuvo que ver Pau Gasol se acercaron en el tanteador, para que esta vez el pedido del time out venga desde el banco local debido a que Houston no anotó puntos desde su comienzo alentador con 5/6 en tiros de cancha. Los últimos cinco minutos ambos equipos se asentaron en la pista y se jugaron al golpe por golpe para finalizar igualados en 24.

El segundo cuarto volvió a tener un inicio favorable para los dueños de casa y esta vez no fue Harden el líder anotador, sino que la mano anotadora fue por parte de Marcus Beasley (10 puntos) que anotó con penetraciones, lanzamientos a media distancia y desde la línea de libres para despegar a su equipo a ocho puntos (37-29) y como si fuera una fotocopia Fred Hoiberg reunió rápido a los suyos para que la diferencia no siga creciendo.

Parecía que la situación estaba fríamente calculada porque tal cual sucedió en el primer cuarto, los Bulls regresaron a la cancha más despiertos, efectivos, con otro estilo y más fuertes en defensa. Mientras que los Rockets con el efecto contrario perdiendo todo tipo de intensidad y ambición que si la tuvieron en los primeros minutos de ambos segmentos. Es por eso que los beneficiados terminaron siendo los visitantes que volvieron a emparejar la situación y hasta se adueñaron por momentos de los ritmos del encuentro para pasar el frente por primera vez con lanzamientos externos (7/16 - Mirotic 4/7 en triples – 21 puntos desde el banco), pero cuando parecía que el resultado se inclinaba para el costado de los “Toros” apareció el jugador franquicia, James Harden (15 puntos) para poner las cosas en tablas y devolver con la misma medicina al cabo de los 24 minutos (52 -52).

Tras el descanso largo Houston logró mantener una conducta y el tercer chico fue el mejor de los Texanos sacando una diferencia desde el principio y que la pudo mantener hasta el final de los 12 minutos, dejando sin respuesta a su rival. Bienvenida fue la aparición de Ariza desde 7,25 y el apoyo de Harden y Beverley para que la ofensiva se mantenga ardiente y lastime una y otra vez a unos Bulls que se quedaron sin gol adelante y se vio reflejado en su defensa que recibió puntos de todos los colores, solo Butler apareció en los dos minutos que cerraban el periodo para brindar esperanzas de cara al último cuarto con el resultado 80 -71.

No está muerto quien pelea dice la frase y a los Bulls ese título le queda perfecto. De la mano de Cris Felicio y Justin Holiday Chicago encontró todas las llaves para solucionar los inconvenientes del tercer periodo. Con Butler y Gasol en el banco de suplentes Hoiberg en un abrir y cerrar de ojos se encontró con sus dirigidos arriba en el marcador con un parcial en seis minutos de 15/6 (85-86) para que el juego se vuelva a convertir en un encuentro de golpe por golpe.

Estos dos equipos se acostumbraron a jugar por rachas, pero en el final Jimmy Butler no tenía el mismo plan y con tres minutos muy inteligentes comandó a los suyos con buenas defensas, corriendo la cancha y también asistiendo utilizando el pase extra para que los Chicago se queden con el duelo por 103 - 100.

El máximo anotador en los ganadores fue Mirotic con 26, seguido por Butler que aportó 21. En los Rockets 21 para Hardem y 20 para Beasley.

Flavio Ariel Ibarra

En Twitter @Flaviorocambole