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31/05/2016 20:24 | NBA

Temporada 2015/2016

Se repite la gran final

A partir del próximo jueves Warriors y Cavs volverán a disputarse el título de la NBA un año después que los de San Francisco se alzaran con su primer anillo en cuarenta primaveras. Esta vez Cleveland llega con todo su plantel a pleno, mientras que Golden State lo hace más maduro que nunca. La serie es al mejor de siete partidos, con formato 2-2-1-1-1.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Se repite la gran final

El próximo jueves darán comienzo las finales de la NBA 2015/2016, que al igual que el año pasado tendrán como protagonistas a los Golden State Warriors – hoy campeones defensores – y los Cleveland Cavaliers, a quienes les corresponde el traje de retadores. El horario de inicio es el de las 22 (hora argentina) y tendrá formato de 2-2-1-1-1 con ventaja deportiva para los de San Francisco.

Una vez más se trata del choque ideal para el cierre del año, porque en el intento de vender hasta las últimas instancias la NBA expondrá frente a frente a las dos máximas estrellas que el básquetbol ofrece por estos días: el MVP Stephen Curry por un lado, y LeBron James, el mejor jugador del mundo, por el otro. Ambos equipos fueron los mejores de sus respectivas conferencias, y si bien llegaron de diferentes maneras a la gran definición, no hay dudas que se lo merecen.

Los Cavs aterrizan en las finales en su mejor momento de la temporada. Luego de superar un transe de zozobra tras cambiar de entrenador en el mes de Enero, cuando ya lideraban la costa Este, Cleveland se asentó bajo el mando de Tyron Lue (y el gusto de LeBron) y ganó lo que fue prácticamente un mano a mano con los Raptors de Scola por el “uno” de su zona.

Ya en playoff explotaron: Ganaron los primeros diez partidos al barrer las series ante Detroit y Atlanta, y superar claramente a Toronto en los primeros juegos como locales de las finales de conferencia. Luego, reacción canadiense mediante, los Cavaliers volvieron a ganar por demolición completando un récord de 12-2 en la postemporada.

Al margen del nivel deportivo, lo que más deben estar festejando en Cleveland es la condición física del platel, sobre todo tras la amarga experiencia del año pasado cuando perdieron nada menos que a Kevin Love en primera ronda (se dislocó el hombro) y a Kyrie Irving (rótula) durante el primer partido de la final. Esta vez los Cavs llegarán diez puntos al Oracle Arena para intentar robar un juego.

Se repite la gran final

Y llegará también, claro, con un LeBron James líder de un Big Three determinante para la vida de Cleveland, tanto que entre los tres se repartieron el 83.9% de las responsabilidades ofensivas del equipo; el Rey encabezó a los Cavs con 24.6 puntos, 8.6 rebotes y 7 asistencias en 37.9 minutos durante los 14 partidos disputados en playoff. Love, por su parte, lo acompañó con 17.3 tantos, 9.6 tableros y 2.4 pases gol en 32.5, al tiempo que el base promedió 24.3 y 5.1 asistencias en 35.8 minutos de media.

Cleveland cuenta con el segundo mejor ataque de los playoff con una media de 106.9 puntos, y su entrenador ya avisó que no intentarán bajarle el ritmo al juego, sino que doblarán la apuesta de los Warriors. “No vamos a hacer lento el juego, sino a acelerar el ritmo, intentar conseguir canastas fáciles y temprano en las posesiones, pero asegurándonos que tomemos buenos tiros”, sostuvo Lue ante la prensa.

Del otro lado estará la mejor ofensiva de los playoff. Los Golden State Warriors, cansados de quebrar récord este año, alcanzaron las finales con un promedio de 110.9 puntos por juego y un gran susto en la definición del Oeste, en las que tuvieron que batallar hasta un séptimo juego frente a Oklahoma City y levantar una desventaja de 1-3 en dicha serie.

Con el peligro como parte del pasado el desafío se renueva: Volver a conseguir el anillo de campeón; lo que a la franquicia le tomó 40 años alcanzar, el plantel que maneja Steve Kerr puede lograrlo en forma consecutiva. Más épica alrededor de este equipo.

Se repite la gran final

Si bien los Warriors suelen arrasar, lo que sucedió ante el Thunder fue un llamado de atención. No por verse imposibilitados de cerrar la llave rápidamente – el de Billy Donovan es un gran equipo, que venía de bajar a los Spurs y cuentan con dos de los jugadores más dominantes del planeta – sino porque no lograron convencer desde el juego.

Luego de perder los partidos tres y cuatro por 28 y 24 puntos de diferencia, respectivamente, las grandes explosiones individuales - Thompson primero, y Curry siempre - terminaron por torcer el brazo de un equipo que estaba para dar el gran golpe.

No obstante Golden State desarrolló un nuevo aspecto, el de la madurez. Ni la inexperiencia (ante la defensa de un título) ni la juventud lograron quebrarles el ánimo en los momentos más complicas de los playoff, como la lesión de su estrella o el quedar a una derrota del abismo. Este un agregado con el que cuenta Kerr.

Curry, imposible e indescifrable, es el máximo anotador de Golden State con 26.7 puntos por partido, producto de un 45.8% de cancha (40% en triples). El dos veces seguidas MVP, quien superó una lesión de rodilla que acarreaba desde las series ante Houston y Portland, también promedia 5.9 rebotes, 6.1 asistencias y 1.82 recuperos. Thompson lo sigue con 26.2 tantos - y un 45% en triples - mientras que Draymond Green, el crack encubierto, suma 15.1 puntos, 9.8 tableros y 5.9 pases gol.

Dos equipos llenos de estrellas de alto impacto y juego vistoso serán el atractivo de las finales 2015/2016. Lo mismo que ocurrió un año atrás cuando la gloria bañó a los Warriors. El terreno está dado para que el espectáculo se haga lugar y deslumbre a todos.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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