Banco y brillo

El año pasado los Warriors ganaron su primer anillo en cuarenta años; hoy saltaron a la cancha en busca de su segundo título consecutivo, y lo hicieron de la mejor forma posible.

Sin el protagonismo habitual de Stephen Curry y Klay Thompson, el juego de equipo y el bando de suplentes fueron impecables para que los campeones defensores se lleven el primer punto de la serie por 104 a 89.

Los suplentes de los Warriors dominaron a los de los Cavaliers 49 a 10, y si bien fue una estupenda actuación colectiva, Shaun Livings se llevó las mayores consideraciones al completar su planilla con 20 puntos (8/10 de cancha), 4 rebotes y 3 asistencias en 27 minutos de juego.

Los Warriors fueron superiores durante el primer tiempo, del que se fueron victorioso 52-43. A pesar de ir de mayor a menor en cuanto a su nivel ofensivo, el equipo de Steve Kerr por momento fue claro dominador del juego, sobre todo en los primeros minutos del segundo cuarto en el que llegó a sacar una máxima de 43-29.

Desde el comienzo el local empezó a sacar ventajas mediante una dupla “de repuesto”. Con los “Splash Brothers” discretos, el binomio Barnes-Bogut fue pisando fuerte en la pintura de los Cavs; sumaron 13 de los primeros 16 puntos de su equipo cuando el trámite era bastante parejo.

Curry no aparecía, pero tocó dos bolas que fueron triples para que Golden State se escapara 24-17, hasta ahí la máxima luego que los Cavs estuvieran tres minutos sin anotar. No obstante, el equipo de Tyron Lue cerró mejor el parcial y se fue al primer descanso abajo solo por cuatro puntos, 24 a 28.

En el inicio del segundo cuarto Kerr comenzó a cambiar piezas, pero el rendimiento no mermaría. Con paciencia, buen juego de pases y mucha movilidad, los campeones defensores metieron una ráfaga de 13-5 para poner el marcador 43-29. Ahora el que marcaba a LeBron James no era Barnes sino Iguodala, quien también hacía un muy buen trabajo. Pero a partir de ese momento, sin embargo, comenzaron a desinflarse.

Los Cavaliers estuvieron firmes en los tableros (tuvieron ventaja de 26-19). Irving comenzó a ir a la línea, apareció Love con su segundo triple y la diferencia se erosionó (41-49) a 2:25 del entretiempo. Con un envión más anímico que basquetbolístico Cleveland parecía terminar más entero, aunque su rival se encargó que sea solo un brisa favorable.

El tercer cuarto fue picante, porque el juego se volvió más físico por ambos lados, y el básquetbol pasó a un segundo plano. Cleveland jugó con mucho roce en cada cambio defensivo, cada rotación, y poco a poco fue gastando a los Warriors. Le provocaron tres pérdidas seguidas, lo que le permitió a su rival meter un parcial de 7-0 para quedar 52-56 a 8:05.

Tanto Love como Irving tiraban del carro, y así Cleveland fue creciendo hasta tomar el primer liderazgo desde el inicio del juego, por 64-63, gracias a un doble y falta más un triple del ex Minnesota. Pero la delantera iba y venía, pertenecía a los dos cuando nadie podía adueñarse del trámite en lo que ya era el tramo más parejo de la noche. Una fuerte falta de Dellavedova en la entrepierna de Iguodala terminó de caldear el ambiente, de donde el local salió favorecido.

Golden State finalizó el tercer chico ganando 74-68 gracias a un parcial de 7-0 que llegó a ser de 15-0 en el inicio de los últimos doce minutos. Así pasaron al frente 82-68 y sacaron a Cleveland psicológicamente del partido. Otra vez la banca de los Warriors saltó a cuidar las espaldas de sus figuras, sobre todo Livingston, quien terminó el cuarto con 10 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias.

Los Warriors defendían, corrían y el partido se convirtió en un monólogo de su parte para sacar una ventaja máxima de 96-76 a 5:44 del cierre. Cleveland estaba grogui, y solo un soplido lo haría morder el polvo. Sin embargo lograron una reacción a través de un parcial de 9-0, y obligaron a Kerr a pedir minuto.

A la vuelta del mismo Golden State logró anotar, y cuando ya todo el ORACLE Arena se había olvidado de ellos, los “Splash Brothers” dijeron presentes; sendos triples de Curry y Thompson terminaron de ponerle la tapa a los Cavs, dejando el marcador 104-97.

El primer partido de las finales 2016 es historia y pertenece a los Warriors, que irán por su segundo título consecutivo. Las muestras dentro de la cancha fueron contundentes, dando un mensaje de mucha vitalidad tras sufrir horrores ante Oklahoma City. Sin embargo, en estas instancias cada juego es una historia única.

Planilla oficial

Sebastián Ciano
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