Descifrando la hazaña

El 1-3 a favor en la serie, la historia marcando que ningún equipo se había recuperado de tamaña desventaja, todo a favor de Golden State pero Cleveland cambió las cosas y le dio un desenlace inédito a las Finales NBA. Analizando los números intentaremos descifrar que cosas cambiaron desde aquellos primeros 4 juegos con dominio Warriors, al triplete de triunfos Cavaliers que le permitieron levantar el Trofeo.

Anotando a lo largo de la serie.

En los primeros 4 partidos de la serie los Warriors anotaron 412 puntos, si contamos exclusivamente las 3 victorias en Oakland entonces Curry y los suyos se despacharon con 322 puntos (107,33 por juego) gracias a que lo titulares aportaron 215 puntos (promedio de 71,66 por partido) y los suplentes sumaron 107 tantos (promediando 35,66 cada juego), con estos números los de Steve Kerr consiguieron quedar a un triunfo de la gloria.

Pero ahora veamos que muestran las estadísticas en estos mismos parámetros para los juegos 5-6-7. En estas tres derrotas Warriors lo primero que se destaca es la baja en su producción anotadora, donde Golden State encestó 287 puntos (promedio de 95,66) con 223 tantos aportado por los titulares (74,33 por juego) y otros 64 que llegaron desde los suplentes (promedio de 21,33 cada partido).

Es decir Golden State pasó de anotar 322 puntos (promediando 107,33 tantos por juego, en los tres triunfos de Juegos 1, 2 y 4) a lograr 287 en partidos 5, 6 y 7 (bajando el promedio a 95,66). Y si bien los titulares aumentaron levemente su producción, los suplentes Warriors bajaron sus aportes de 107 puntos en 3 juegos, a sólo 64 derrumbando su promedio de 35,66 cada partido a 21,33 en los 3 encuentros finales de la serie.

La cara opuesta a esos números son, obviamente, los de Cleveland que en los primeros 4 partidos anotó 383 puntos (con promedio de 95,75 por juego) pero si excluimos los 120 sumados en el triunfo del juego 3 y tomamos únicamente las derrotas sufridas, entonces Cleveland tuvo 263 puntos a favor (promedio de 87,66) a través de 208 (69,33pp) aportados por los titulares y 55 (18,33pp) que sumaron los suplentes en los juegos 1, 2 y 4. Y todo cambia a partir de acá, ya que en los partidos 5, 6 y 7 los titulares Cavaliers aportaron 283 tantos (94,33pp) los suplentes agregaron 37 (12,33 promedio por partido) y Cleveland anotó 320 en estos tres juegos (106,66pp) para lograr la hazaña y alcanzar el primer campeonato de su historia.

Reboteando entre todos

La batalla por los rebotes durante la serie no fue muy despareja en sus totales, donde Golden State finalizó con 279 recobres tras los 7 partidos, mientras que Cleveland terminó con 307, pero si ponemos el ojo un poco más fino las diferencias comienzan a aparecer. Repitiendo el método usado antes, si tomamos los primeros 3 triunfos Warriors en juegos 1, 2 y 4 los de Oakland dominaban los rebotes con 130 tomados (95 defensivos, 35 ofensivos), frente a los 121 (81 defensivos, 40 defensivos) obtenidos por los Cavaliers.

Pero ya en los partidos 5, 6 y 7 si bien Golden State mantuvo la supremacía en los rebotes de ataque donde agarró 29 frente a los 25 de Cleveland, los de LeBron James dominaron su tablero defensivo tomando 109 rebotes, ante los 88 defensivos que tomaron los Warriors. Así entonces, en las tres victorias consecutivas Cleveland bajó 134 rebotes, frente a los 117 que obtuvieron los dirigidos por Steve Kerr, cambiando la diferencia del -9 en las 3 derrotas, al +17 logrado en el trío de triunfos que les dio el campeonato.

Pero ahora veamos que parte del equipo se encargó mayoritariamente del trabajo de los tableros, y si hubo cambios significativos que nos muestren donde estuvo la clave para tal diferencia desde la primera parte de la serie, hasta el final del séptimo partido. Dividamos este ítems entre suplentes y titulares.

Los sustitutos de Golden State tuvieron un rol mucho más importante en los recobres y dominaron durante toda la serie a la banca Cavaliers, en los primeros 4 juegos los suplentes Warriors promediaron 14,5 rebotes por partido e incluso en la derrota del Juego 3 consiguieron la misma cantidad (12) que sus pares Cavaliers. Ya en los últimos tres partidos de la serie, el rendimiento rebotero de los reservas “Dubs” bajó apenas medio punto con 14 rebotes en cada juego. Entonces miremos al quinteto inicial de Steve Kerr, que en los primeros 4 se anotó con 104 recobres y tomando solamente las 3 victorias, entonces los titulares Warriors promediaron 28 tableros por partido, logrando su máxima con los 30 del Juego 4, para sumar 84 entre los partidos 1, 2 y 4. Ya en la parte decisiva de las finales, los iniciales de Golden State tomaron 75 rebotes (29-21-25) cerrando un promedio de 25 cada juego, algo más bajo que lo hecho en los primeros partidos y como veremos luego, perdiendo ampliamente la pelea rebotera frente a los titulares de Cleveland.

Cleveland mostró dos caras bien definidas durante estas finales cuando hablamos de rebotes, los suplentes Cavaliers fueron ampliamente superados, vale aclarar que tuvieron bastante menos minutos en cancha que sus rivales Warriors, pero aun así cuando tuvieron la oportunidad nunca pudieron equiparar la desventaja, incluso tres veces en la serie finalizaron el partido con menos de 10 recobres (8, 6 y 2). Los reservas de Cleveland tomaron 39 rebotes en los primeros 4 partidos, y otros 22 en los 3 juegos restantes, bajando su promedio de 9,75 por juego cuando su equipo quedó 1-3 abajo, a sólo 7,33 en el triplete de triunfos que significó el campeonato. Entonces queda una sola arista para descifrar la batalla rebotera en las finales NBA, los titulares Cavaliers tuvieron la capacidad de recuperar la desventaja sufrida por sus suplentes aplastando durante los 7 encuentros a los iniciales Warriors. Quienes abrieron los partidos para Cleveland consiguieron 134 recobres en los primeros 4 juegos, promediando 33,5 cada 48 minutos y elevó aún más ese número en el trío final de la serie con los 112 rebotes logrados, para cerrar con 37,33 de promedio por partido.

Pasando en claro, en los primeros 4 encuentros finales los suplentes de Golden State superaron 58-39 a sus pares de Cleveland, y en los 3 restantes extendieron su supremacía 42-22, para cerrar la serie dominando los tableros con un implacable 100-61. En tanto que entre los titulares la cosa fue muy distinta ya que Cavaliers a pesar de estar 1-3 abajo, controló 134-104 los rebotes en la primer parte de la serie, y reafirmó la tendencia en los 3 finales con ganando 112-75 para cerrar la batalla rebotera tras las 7 finales 246-179 a su favor.

Pasala morfón!

En el rubro de asistencias Golden State logró dominar durante toda la serie principalmente gracias al aporte de sus suplentes que si bien no fueron los que mayor cantidad repartieron, si lograron la mayor diferencia frente a sus pares Cavaliers en este item, pero nuevamente y como era de esperar, pasado el Juego 4 la cantidad de pases gol se derrumbó notablemente. Veamos, con el equipo de Steve Kerr arriba 3-1 en las finales, los sustitutos Warriors habían regalado 37 asistencias (promedio 9,25 por partido), mientras que los 5 iniciales del equipo de Oakland en estos mismos 4 juegos repartieron 62 pases gol (15,5 Asistencia por partido), pero ya en el trío final de encuentros de la serie, los titulares “Dubs” sumaron 38 asistencias bajando su promedio a 12,6 cada 48 minutos, y los reservas aportaron solo 21 en estos Juegos 5, 6 y 7 disminuyendo también su promedio a 7 por partido.

Por el lado del ahora nuevo Campeón la situación es bien clara, los reservas Cavaliers casi no aportaron en este rubro donde su máxima de asistencias fue de 4, e incluso en dos partidos se quedaron en 0 y como dijimos anteriormente fueron superados ampliamente por el banco Warriors en toda la serie. Entonces el cambio grande lo encontramos en el quinteto inicial de Cleveland que en los primeros 4 partidos repartieron 61 pases gol (15,25 promedio por juego) y en las restantes 3 victorias se despacharon con 54 (18 de promedio) superando por 16 a los titulares de Golden en estos juegos 5, 6 y 7 de las finales.

Es decir, los suplentes Warriors sumaron en los 7 partidos 58 asistencias (37 en los primeros 4 juegos y 21 en los restantes 3), superando ampliamente las 11 repartidas por los sustitutos Cavaliers (9 entre Juegos 1-4 y sólo 2 en el trio final), mientras que los titulares de Golden State finalizaron con 100 pases gol (62 en los 4 encuentros iniciales, más 38 en los 3 decisivos) frente a los 115 repartidos por el quinteto inicial de Cleveland (61 entre partidos 1-4, más 54 en el trio de juegos finales).

La robó, la perdió, lo tapó

Durante toda la serie final la batalla de los robos fue dominada por Cleveland, tanto luego de los 4 primeros partidos donde los Cavaliers robaron 35 pelotas, frente a las 28 robadas por los Warriors, como en los 3 juegos decisivos donde además acrecentó la ventaja tras robar 30 balones para totalizar 65 en los 7 partidos, contra los 18 robos en Juegos 5, 6 y 7 de Golden State que le permitieron finalizar con 46 la serie.

En el apartado de pérdidas el trámite fue mucho más parejo ya que los dirigidos por Steve Kerr perdieron en los 7 partidos un total de 96 pelotas (55 + 41), mientras que los comandados por Tyronn Lue sufrieron 93 pérdidas (56 + 37) pero como se ve, bajaron este número en la parte clave de la serie, los 3 encuentros finales. Mientras que contando las tapas la historia también estuvo bastante nivelada, pero LeBron y los suyos al igual que con lo hecho con las pérdidas, supieron mejorar su estadística para los juegos 5, 6 y 7.

El bloqueo de LeBron James contra el tablero con el marcador igualado a 1 minuto del cierre, fue tal vez una de las imágenes más importante de las finales pero, ¿cómo terminaron en la sección tapas luego de los 7 encuentros?. Golden State consiguió 23 tapones en la primer parte de la serie, y bajó a 17 en los 3 encuentros de cierre para totalizar 40, en tanto que Cleveland comenzó con 16 cuando cayó 1-3 abajo en triunfos y supo mejorar a 22 para finalizar levantando el trofeo. Y de los 38 bloqueos totales que consiguieron los Cavaliers, 16 fueron conseguidos por un solo jugador, LeBron James.

Tres formas de sumar

Analizando las formas en la que los equipos consiguieron anotar en estas finales, tomamos 3 items como lo son puntos en la pintura, puntos de segunda chance y puntos de contragolpe en los que nuevamente lo que primero se hace notar es la caída en la producción Warriors pasado el juego 4, donde disminuyó en los tres apartados incluso hasta 10 puntos menos de promedio en tantos en la pintura, veamos.

Golden State sumó 159 puntos en la pintura promediando 39 por cada juego, además consiguió 50 tantos de segunda chance para promediar 12,5 y también encestó 40 de contragolpe, todo esto durante los primeros 4 juegos de la serie donde terminó liderando 3-1 en victorias, y a partir de acá bajó su cosecha en los siguientes 3 juegos donde anotó 88 puntos en la pintura, promediando 29,3 cada 48 minutos, en segundas chances consiguió 34 para promedia 11,3 y de contragolpe también bajó a promediar 8,6 por partido anotando 26 en juegos 5, 6 y 7.

Nuevamente la contracara en estos mismos tres ítems es lo mostrado por Cleveland que no sólo logró superar a los Warriors en estas formas de obtener anotaciones, sino que además consiguió mantener su producción de puntos en la pintura, y aumentar significativamente los tantos conseguidos de contragolpe. Los Cavaliers anotaron 184 puntos en la zona pintada, promediando 46 durante los primeros 4 juegos, y mantuvieron su promedio en los 3 juegos siguientes sumando 138 tantos más, mientras que de puntos de segunda chance consiguieron 76 cuando cayeron 1-3 y en los restantes encuentros anotaron 38 bajando su promedio de 19 cada juego a 12,6. Por último en los puntos en contragolpe LeBron y los suyos promediaron 12,5 con 50 tantos en los 4 partidos iniciales, y subieron a 21,6 de promedio en los 3 restantes sumando 65 en el trio final.

Sin seccionar la serie los totales en estos tres apartados también muestran un predominio Cavaliers que consiguió durante los 7 partidos 322 puntos en la pintura frente a los 244 logrados por Golden State, también Cleveland dominó con 114 los tantos de segunda chance superando los 84 obtenido por los Warriors y en las anotaciones conseguidas de contragolpe el nuevo campeón consiguió la mayor diferencia superando 115 a 66 a los de Oakland.

Tirando para anotar

Por último vamos a ver cómo fue la comparativa de los equipos a través de toda la serie respecto a los tiros de campo intentados y los convertidos en cada partido. Golden State en los primeros 4 encuentros tomó 325 tiros, de los cuales encestó 152 con su porcentaje más alto en el triunfo del Juego 2 con un 54,32% (44/81) de cancha. Ya en los 3 juegos restantes los Warriors intentaron 253 tiros y encestaron 97 logrando en el Juego 6 su porcentaje más alto con 40,2% (33/82). En toda la serie los de Steve Kerr tomaron 578 tiros al aro, convirtiendo 249.

Por su parte los Cavaliers durante la primera parte de la serie intentaron 335 tiros al aro, de los cuales convirtieron 146 logrando su mejor producción la noche de su primer victoria en aquel Juego 2 donde cerraron con un 52,7 (48/91) de cancha. Ya en los juegos 5, 6 y 7 los dirigidos por Tyronn Lue probaron 242 veces a la canasta, encestando en 117 de esos intentos, y lograron su mejor procentaje en el triunfo del encuentro 6 con un 51,9% de cancha (40/77). En total Cleveland probó 577 veces al aro y encestó en 263 oportunidades.

Desde lo que dejaron los números en estas Finales NBA 2016, puede desprenderse que la mayor virtud de Cleveland fue corregir sobre la marcha para luego de ponerse 1-3 bajo, mejorar sus porcentajes en casi todos los rubros más importantes y al mismo tiempo llevar a Golden State a lo contrario y limitarlo en muchos casos a mantener sus promedios, y en otros a bajarlos considerablemente. Los Cavaliers ganaron la batalla de puntos 703 a 699, también la lucha por los rebotes 307 a 279 y si bien repartieron 126 asistencias, 32 menos que las 158 conseguidas por Golden State, los ahora nuevos Campeones tuvieron 65 robos frente a los 46 de Warriors y sufrieron 3 pérdidas menos de balón 96-93.

Nota: Juan Manuel Di Marco

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