La respuesta siempre fue Allen Iverson

Si la misión es definir a Allen Iverson en una sola frase, podemos elegir una expresada por sus colegas en aquellos años cuando aún jugaba “Iverson es el mejor jugador libra por libra del mundo” decían sus rivales, tomando un término boxístico para demostrar que de su tamaño no había otro como él. Y si acotamos todavía más, y nos obligamos a definirlo en sólo dos palabras, la mejor solución está en su apodo “The Answer”. Porque Iverson era un atleta dotado como pocos, pero su mentalidad dentro de la cancha también era tan especial como su juego y lo reflejó una y otra vez con actuaciones memorables, desafiando a los mejores y además encestando tiros decisivos para ganar partidos muchísimas veces. La Respuesta, tal su apodo traducido a nuestro idioma, es este video con todos sus tiros en los momentos que el partido quemaba sobre el final.

Nacido en Hampton, Virginia el 7 de Junio de 1975, hijo de Ann Iverson una madre adolescente soltera, los problemas llegaron temprano a la vida de Allen Iverson Ezail, antes que tuviera noción de algo decidieron mudarse a Newport News dentro del mismo estado, pero al departamento de Michael Freeman novio de su madre por aquellos años, fue a quien tomó el pequeño Allen como referencia paterna y el que le enseño sus primeros tiros al aro, hasta que algunos años después este fue arrestado por tráfico de drogas y las condiciones de vida en casa de los Iverson se volvieron deplorables nuevamente. Aun con todos sus problemas a cuestas, las repetidas faltas a clases y la peleas con compañeros y profesores, Allen logró continuar y ser elegible para representar a Bethel High School en deportes, y es así deportes en plural porque su primer éxito fue en futbol americano llevando al título a su equipo con él como estrella, pero su madre, debido a su tamaño le pidió que insistiera con el básquet, entonces Iverson también llevó a su equipo al título regional pero además, pensó a este deporte como su salvación económica. Tenía claro que jugaría allí, luego la Universidad y después la NBA para “rescatar” a su familia, y aunque muchos le advertían que su chance era mínima, él ya sabía La Respuesta.

Su sueño estuvo a punto de frustrarse cuando una noche de Febrero en 1993, Iverson fue con sus amigos a jugar al bowling, y se desató una pelea entre grupos que derivó en su posterior arresto por parte de la policía, y una condena de 15 años de prisión para el que había sido premiado como Atleta del año y Honores deportivos en la graduación de su escuela un tiempo antes. Tras 4 meses en prisión, y gracias a un indulto condicional concedido por el alcalde de Virginia, Allen salió en libertad y tuvo la oportunidad de jugar para la Universidad de Georgetown durante dos años en los que estableció el record de puntos anotados con un promedio de 22,9 por partido, ganó el premio de mejor jugador defensivo las dos temporadas, llevó a su equipo a la octava posición del torneo de la NCAA por primera vez, y fue elegido en el quinteto ideal All American. Su nombre ya era conocido en todo ambiente basquetbolístico de Estados Unidos, ya mostraba varios de los movimientos con los que después dejaría en ridículo a los mejores, su plan estaba cerca de ser realidad, y aunque mucho aun dudaban de su nivel NBA, él nuevamente ya sabía La Respuesta.

En 1996 fue elegible para el draft y Philadelphia 76ers no lo dejó pasar y lo seleccionó en el número 1, entonces Iverson con su 1,81 de altura comenzó a descollar desde su primera oportunidad, aunque en esos partidos lo utilizaban como base (situación que cambiaría, y lo mejoraría después) el oriundo de Virginia se transformó naturalmente en el líder de su equipo y en su primer año de NBA promedió 23,5 puntos, 7,5 asistencias y 2,1 robos por partido, jugando 40,1 minutos cada noche. En los últimos 8 juegos de la temporada su promedio subió a 39 tantos!!! Y el 12 de abril, con sólo 21 años y 310 días se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en anotar 50 puntos, en la derrota 125-118 frente a Cleveland. Obviamente fue elegido Rookie del año.

Con su desafiante forma de jugar, desafiaba a jugadores mucho más grandes de estatura y tamaño y muchas veces los vencía, la gente comenzó a amarlo rápidamente y a medida que crecía su popularidad, también aumentaba su lado polémico. Periodistas preguntando porque un base no le pasaba el balón a sus compañeros y prefería anotar, programas enteros dedicados a su “juego egoísta”, incluso algunos llegaron a decir que era todo lo que estaba mal en el básquet. Iverson defendía su cultura de barrio, con sus tatuajes, sus trenzas y también con actitudes que no eran del todo bien vistas como faltar a entrenamientos o discusiones con compañeros, encima en 1997 fue detenido y culpado de cargo menor por tenencia de marihuana y posesión ilegitima de arma. Estas dos caras de la moneda era Allen Iverson aquel chico con problemas desde su temprana infancia en Virginia, y el super talento para anotar cuando quisiera en la mismísima NBA.

En 1998-99 Iverson lideró por primera vez la estadística anotadora de la NBA con 26,8 puntos por partido, fue elegido en el quinteto ideal de la temporada y por primera vez para el Juego de las Estrellas al siguiente año. En paralelo continuaban sus problemas fuera de la cancha, donde el lanzamiento de su disco de rap “40 bars” fue recibido con muchas críticas por sus dichos hacia las mujeres y los blancos, e incluso llegaron a organizarse marchas en su contra. También jugadores de renombre lo criticaban, (¿tal vez intentando frenar su crecimiento?) por ejemplo Charles Barkley lo llamaba “Allen Yo-Yo-Yo Iverson” por su supuesto egoísmo en la cancha. En la siguiente temporada y tras ser movido a la posición de escolta, su promedio anotador mejoró hasta subir a 31,1 puntos de promedio por juego, y el apodo “The Answer” ya le quedaba de maravilla gracias a sus actuaciones. En la 2000-01 Iverson cambió mucho de su forma de ser, llegaba a las prácticas a tiempo, cumplía las obligaciones del equipo, y confiaba en sus compañeros. Sus asistencias subieron a 4,6 por partido y Larry Brown, DT de aquellos 76ers, empezó a vislumbrar un equipo además de su gran apuesta anotadora, y fueron un equipo con chances de título. Pelearon en las finales del 2001, incluso dando el gran golpe en el primer juego como visitantes ante Los Angeles Lakers en una recordada noche donde “The Answer” anotó 48 puntos y Philadelphia se llevó la victoria por 107-101, pero luego fueron barridos por Shaquille O´neal, Kobe Bryant y compañía y la serie terminó 4-1 para los Angelinos. Iverson fue nombrado el jugador más valioso de la NBA. Al año siguiente mejoró todavía más su faceta anotadora con promedios de 31,4 puntos y también levantó sus asistencias a 5,5 por partido, y por segundo año consecutivo y por tercera vez en su carrera, Iverson ganó el título de máximo anotador de la NBA.

En los siguientes años continuó deslumbrando dentro de la cancha y desilusionando fuera, sus peleas con la prensa eran continuas y no le perdonaron su respuesta en conferencia de prensa, “Estamos hablando de entrenamientos? Solo de entrenar? No son tan importantes los entrenamientos” tras ser consultado por sus repetidas faltas a prácticas. Su crossover se volvió una marca registrada, y lo sufrieron los mejores jugadores, incluido Michael Jordan, ya nadie dudaba de su capacidad anotadora y el chico de Virginia ya estaba convertido en una estrella NBA. Volvió a llevarse el título de máximo anotador de la liga en 2004-05, y en la temporada siguiente promedió 33 tantos por juego. También ese año, fue culpado por golpear a un hombre junto a uno de sus guardias, y fue condenado a pagar 260.000 dólares por daños y perjuicios. En Diciembre de 2006 ya sin el apoyo de Larry Brown, llegó el momento de dejar a los 76ers y fue traspasado a Denver Nuggets, dos años más tarde fue enviado a Detroit Pistons. Ya sin su habitual “explosión” en las piernas, tuvo un breve paso por Memphis Grizzlies y regresó a Philadelphia en Enero de 2010 para un mes después jugar su último partido en la NBA con la camiseta que lo vió asomar por primera vez. Intentó continuar su carrera n el básquet europeo pero su travesía sólo duró 10 partidos en el Besiktas de Turquía, antes de tener que someterse a cirugía en una de sus piernas en Febrero de 2011. Entre rumores de quiebra económica y relanzamiento de su carrera musical, rechazó una oferta de Dallas para jugar en su equipo filial NBA en Texas, y en 2013 finalmente anunció su retiro. Una vez más, y como en toda su carrera, “The Answer” siempre fue él mismo, La respuesta a los logros que lo llevaron a ser una leyenda y sus problemas fuera de las canchas, siempre fue Allen Iverson.

Iverson por Iverson

La ceremonia de ingreso al Hall of Fame NBA ya había comenzado, y Allen Iverson invitado de honor no estaba en el salón. Como una muestra de lo que fue su carrera “The Answer” llegó 45 minutos tarde y mostró que su relación con la prensa puede seguir igual que en sus años de jugador, "He tenido un asunto familiar... ¿de verdad que esto es lo único que les interesa de mí?". Ya frente a los periodistas el 11 veces All Star comenzó resaltando a sus entrenadores y compañeros “Mike Bailey me dio el nivel de High School, John Thompson me dio el nivel universitario y Larry Browm me modeló en un MVP e integrante del Salón de la Fama. Sin ellos no estaría aquí. No podría haberlo hecho yo solo. Mis compañeros también me han hecho lo que soy, ellos me apoyaban para que siga adelante, y me permitieron jugar como lo hice. Estoy aquí gracias a todos ellos”.

Ya con el saco naranja que lo identifica como integrante del Salón de la Fama, continuó hablando de los que lo criticaban y desconfiaban de él “Muchos han creído en mí y me han hecho sencillo que tuviese confianza en mí mismo. Siempre quiso que mis aficionados, familia y amigos estuviesen orgullosos de mí, pero los que me criticaron y trataron de ser negativos en mi carrera también me ayudaron... ya que traté de demostrarles que estaban equivocados. Jugué para que se equivoquen". Por último y respecto a los problemas de conducta que lo acompañaron durante toda su carrera explicó, “Yo era un cachorro. Yo ni siquiera me daba cuenta de que cometía errores. Yo fui pobre todo mi vida y de repente... soy rico. Todavía estoy encontrando mi camino. Tenía la sombra de Julius Erving, Moses Malone, Billy Cunningham... y tenía que ocupar su lugar, cuando yo sólo medía 1,81. Y ellos fueron tan grandes".

Nota: Juan Manuel Di Marco

En Twitter: @JuaneMeDiMarco

Fotos y videos: NBA .com