Acuerdo por un nuevo convenio laboral

No hubo reuniones interminables ni ambiente caldeado. Tampoco encontronazos mediáticos, ni mucho menos un lockout como ocurrió en 2011, la últimas vez que la NBA y la Asociación de Jugadores (NBPA) se juntaron para llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo de trabajo.

Esta vez, y como se preveía, ambas partes alcanzaron fácilmente los caminos en las negociaciones para acordar un nuevo trato laboral por los próximos siete años, que incluye la temporada 2023/2024, aunque en 2022 tanto la liga como el gremio que nuclea a los jugadores tendrán la posibilidad de salirse del mismo para volver a negociar.

Solo resta la ratificación de dicho acuerdo, algo que – según medios estadounidenses – es una mera formalidad. En consecuencia, la NBA y la NBPA extendieron la fecha límite para salirse del convenio hasta el 13 de enero (vencía hoy) para poder finiquitar las cuestiones pendientes.

Como suele suceder en todo lo que rodea a lo contractual dentro de la mejor liga del mundo, son muchos los detalles a tener en cuenta en este nuevo convenio laboral, que no solo atiende a cuestiones económicas.

En relación a esto, una de las notas sobresalientes es la ampliación de cuatro a cinco años en la extensión de contratos de aquellos jugadores a los que todavía le resten un año de su vínculo. De esta manera, el jugador se asegura más dinero en su equipo sin necesidad de convertirse en agente libre, al tiempo que lo que la NBA busca es fomentar que las estrellas se queden en los equipos. La medida tendrá efecto en jugadores “designados”, que se elegirán de acuerdo a sus nominaciones All-Star, premios MVP, o al jugador defensivo del año, etcétera.

Asimismo, hasta hoy un veterano no podía firmar una extensión de cinco años si dentro de ese lapso de tiempo cumplía 36 años o más; ahora la edad fue aumentada a 38 años. En otro orden, se elevarán los salarios de novatos, el mínimo para veteranos y la excepción de nivel medio en un 50%.

Continuando la línea contractual, se acordó un vínculo bipartito en relación con aquellos jugadores que no tienen un lugar permanente en planteles NBA y que, por consiguiente, son enviados a jugar la Liga de Desarrollo. Por medio de esta medida los salarios de dichos jugadores tendrán un incremento cuando deban ir a la D-League, al tiempo que promueve que éstos opten por quedarse en los Estados Unidos y no emigrar a equipos de otros países.

En cuanto a lo deportivo, se acordó recortar la cantidad de partidos de pretemporada, lo que significa que la liga comenzará un tiempo antes y esto provocará que el calendario no sea tan apretando, por lo que habrá menos partidos en noches consecutivas y más descanso para los protagonistas.

Un tema que quedó en el tintero fue la elegibilidad de los jugadores del draft, que por ahora permanece en un año tras haber egresado de la secundaria (la NBA pretende elevarlo).

Entre otros puntos, también se acordó un seguro médico para jugadores, cuestiones referidas al pago de jubilaciones, como así también la creación de un programa que atienda los problemas de abuso de niños, sexual y violencia doméstica en los que la liga le proporcionará asesoramiento a los jugadores y sus familias.

Esta vez les negociaciones llegaron a buen puerto. Detalles mediantes, el nuevo convenio colectivo de trabajo estará en marcha en las próximas semanas. La magia en las canchas no sufrirá interrupciones.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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