Tres para triunfar

Cleveland llegó a estar ganado hasta por 18 puntos, sin embargo jamás supo como cerrar el partido y tuvo que mantener su aliento hasta el final. No obstante, lograron vencer a los Indiana Pacers por 117 a 111 y tomar la delantera 2-0 en la serie.

La gran diferencia estuvo en la calidad individual de su tridente, LeBron james, Kyrie Irving y Kevin Love, quienes estuvieron imparables. El goleador fue el base, quien terminó la noche con 37 puntos, producto de 10/14 en dobles, 4/10 en triples y 5/5 en libres.

Indiana comenzaría agresivo en defensa, provocándole tres pérdidas a los Cavs en un minuto y medio; cuando no cedía el balón Cleveland no lograba tirar cómodo. Rápidamente Paul George encendería motores, primero con una volcada potente en soledad, y luego con dos tripes que adelantaron a su equipo 9-4 a tres minutos del inicio del encuentro.

Pero el dueño de casa contrarrestaría tras el minuto pedido por Tyronn Lue con un parcial de 10-2 impulsado por dos bombas seguidas (Love e Irving). En total, convertiría en ocho de sus siguientes nueve posesiones para pasar al frente 21-19 (3:57).

La puntería de larga distancia marcó el trámite del primer cuarto: Indiana lanzó 4/8, mientras que los Cavs anotaron 5 de sus 7 disparos para irse al primer descanso arriba 32-29.

En el segundo cuarto Cleveland comenzó de la mejor manera. De la mano de LeBron (6 pts) y Jefferson metieron un parcial de 8-0 con el que tomaron la primera ventaja importante de la noche: 40-29 en 8:47. Pero no se conformaría con ello.

Indiana titubeó y perdió la brújula, y su rival se lo hizo pagar. Dos triples seguidos de Deron Williams establecieron la máxima de 46-33. James se adueñó del espectáculo con 10 puntos. Los de Nate McMillan buscaban tiros cerca del canasto. Lo hizo Stephenson (6 pts), C.J Miles y Young (6), que se alimentó de las penetraciones y descargas. Así regresó al juego.

Pasada la “tempestad”, los Pacers se reacomodaron otra vez con George liderando la ofensiva (8 pts). Los suplentes aportaron la suyo para cerrar el segundo cuarto con un parcial de 5-0 e irse al entretiempo abajo solo por cinco: 63-58.

El regresar de los vestuarios, una mala noticia apra los Cavs: J.R Smith tuvo una contractura en el isquiotibial izquierdo, y no volvió al juego.

Al igual que en el inicio del segundo cuarto, el arranque del complemento tuvo a un Indiana dormido y a unos Cavaliers esperándolos con cuchillo y tenedor. En un abrir y cerrar de ojos, todo los bueno que había logrado la visita en la recta final de la primera mitad se esfumaría en el amanecer del tercer parcial, ya que Cleveland metió una ráfaga de 7-0 - sellada con un triple de Shumpert - para volver a despegarse 70-58.

Pese a contar con el momento anímico de su lado, el local no terminaba de quebrar a Indiana, que continuaba insistiendo – además de George – con los cortes sobre la línea de base de Thaddeus Young, y las arremetidas de Teague (4). Los Pacers, con 3/11 de cancha, no querían dar el brazo a torcer. La clave pasaba por las 15 pérdidas de balón de los campeones (8 de LeBron).

Pero los Pacers equivocaban los caminos. El reingreso de Stephenson no le dio resultados a McMillan, ya que su equipo se perdía en las individualidades y tiros forzados, sobre todo ante la buena defensa de Shumpert sobre George. Cerrando los caminos al aro, primero, y la enorme aparición de Love, los Cavs parecían tomar definitivamente el control del partido.

El ala pivot metió diez puntos en forma consecutiva con los que Cleveland estableció una máxima de 89-70, a 2:21 para el final del tercer cuarto. A esa altura Irving ya estaba imparable (clavó 14), hundió un triple para cerrar el período 96-78.

Pero lejos de sentirse derrotados la visita salió con la frente alta a disputar el cuarto período. Así fue que a la salida del descanso metió un parcial de 7-0 con el que achicó el margen a 11 (85-96) con 10:08 por delante.

Sin embargo, reaparecería la figura de Irving para anotar 7 puntos seguidos para devolverle la tranquilidad a su equipo, que de todas formas la perdería en el tramo final de la noche. Cleveland pareció levantar el pie del acelerador, y los Pacers estuvieron preparados para ese momento.

Young castigaba en la pintura al igual que Turner. Así la visita fue limando la diferencia. Dos triple mal tirados, primero de Irving y luego de James, le dieron ánimo a los Pacers, que establecieron un parcial de 10-0 para enmudecer al Quicken Loans Arena (104-109) a 2:29 del final.

George tomó un lanzamiento a larga distancia apresurado, lo mismo que Irving. Pero apareció Thompson para asegurar el ofensivo y empezar a desatar el festejo. Tras un fallo que los árbitros debieron revisar, Cleveland sacó bajo el aro para Irving, quien increíblemente apareció solo ante la desinteligencia defensiva entre George y Teague, y selló el resultado.

Ahora la serie viaja a Indiana a partir del jueves, donde los Pacers estarán obligados a ganar si no quieren que su temporada llegue al final.

Sebastián Ciano
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