La encrucijada económica

Los oficialistas del gobierno esconden que hay que una crisis económica en nuestro país y los que están ligado a las huestes de la oposición fogonean el apocalipsis. Ok, se entiende el juego político.

En la Liga Nacional pasa igual. Desde las altas esferas de la AdC se miran al espejo y la imagen les devuelve felicidad. Mientras muchos otros auguran directamente que se acerca la fecha de defunción de la Liga Nacional.

Los datos suelen ayudarnos en estos trámites de generar opiniones. La balanza comercial de los clubes es simétrica con tres variables históricas:

A) el control de los gastos

B) el ingreso por sponsors

C) el ingreso de tickets

Después hay “subvariables” que se unen y nutren esta síntesis de tres patas. En el camino se perdió una pata importante para los equipos como los derechos de televisión, que hoy quedaron obsoleto en la estructura de los equipos. El promedio de gasto de un plantel de Liga es de 20 millones de pesos y la TV otorga 2 millones a cada uno.

Todos los caminos confluyen hoy hacia una balanza comercial negativa. Las dos posibilidades de mejora es aumentar el presupuesto o controlar el gasto. Claro está que aumentar los ingresos no es algo mágico, salvo que haya algún Papa Noel que ayude. En algunos casos es un empresario, otra veces un gobierno provincial, o el fútbol, un sponsor grande.

Para este receso de temporada los equipos que dejaron de competir se tomaron unos días para frenar la pelota, levantar la cabeza y mirar que se ve en el horizonte: un dólar de 30 pesos para diciembre, retracción de sponsors y entradas, aumento de gastos. De tal modo hubo lógicamente muchas consultas de precios de jugadores y entrenadores, ofertas muy pocas y todo muy quieto.

Cuando el mercado se plancha es porque está a la expectativa de algo superior. Quienes siguen la Liga en su desarrollo cotidiano y sobre todo el mercado de pases sabrán que para cuando llegan las finales de la Liga ya hay al menos 10 fichajes en el resto de los equipos. ¿A hoy? Ninguno.

Anticipando problemas estructurales/financieros del país, malestares, pareceres, reproches y objeciones de todo tipo, la última asamblea de la AdC no fue cerrada por sus autoridades y la dejaron abierta en virtud de anticipar una posible convocatoria extraordinaria de los clubes. Hasta hoy a las 18:00 la próxima Liga Nacional se juega exactamente igual que la que está terminando: Súper 20, liga de 20 equipos, un descenso, 38 fechas, Play Offs 1-16 y 19-20 por el descenso.

¿Puede esto cambiar? Si. Todo puede cambiar. ¿Chances que cambie? Pocas.

En principio hay reuniones y charlas cruzadas de los clubes entre ellos, que dejan ver su descontento por el gasto que representa jugar la Liga. Y no estamos hablando del “gasto” del valor de los jugadores, el problema ahora es lo que se amplió el gasto operativo habiendo reducción de ingresos.

Hasta hace 4 años el principal problema era el costo de los jugadores. Después de un largo camino de batallas, crecimiento, aprendizaje y reuniones los dirigentes tienen una conducta homogénea más profesional a la hora de contratar.

Los clubes que quieren salir campeón pueden fichar a Lebron James si quieren y pagar por él lo que consideren, lo importante es que los que no quieren más que competir no sean arrastrados. Y lo han logrado en mayor medida.

De todos modos, no hay más formas urgentes de conseguir dinero que negociando a la baja el contrato de los jugadores o achicando otros gastos. Y aquí es donde ponen en discusión el modelo.

Antes de hacer un repaso de los puntos salientes de esta nueva gestión y los gastos que se originan a partir de ellos, es muy importante un párrafo aclaratorio.

Las personas, con buenas ideas y buenos deseos, suelen construir conclusiones a partir de premisas falsas. Ejemplo: se preguntan porque hay 20 equipos en la Liga, cuando en realidad la pregunta sería ¿por qué no 20 equipos? La premisa, menos equipos-más competitividad es la que hay que observar. Y ni hablar en todo tipo de silogismo que establecen para llegar a sus conclusiones.

De tal modo las observaciones que aquí haremos son derivadas de las preocupaciones dirigenciales y para que se pueda encontrar un punto de equilibrio financiero para los clubes.

- Tres Árbitros:

Los árbitros para la presente temporada ascendieron de dos a tres. El costo es 8 mil, 7 mil y 6 mil (aprox) por cada uno de ellos, de acuerdo a la categoría que tengan y unos 5 mil para el Comisionado. En suma son cerca de 26 mil pesos por partido. De tal modo los dirigentes argumentan que contando todos los gastos de alojamiento, mascota, policía, gremios (UTEDyC), música, controles, venta y demás abrir la cancha por partido cuesta entre 50 y 55 mil pesos. En algunos puntos del país ese costo crece por alquiler del escenario y en otros por la cantidad de efectivos policiales, como Mar del Plata, que tiene solo de costo de policías 22 mil pesos (siempre por partido).

En principio hay una apreciación de contenido, dicho siempre como opinión de quien esto escribe: tres árbitros fue similar que dirigir con dos. Fueron los propios árbitros que bregaron por esta posibilidad, en virtud del enorme desgaste que esta competencia genera y sobre todo la velocidad con que se está jugando.

De todos modos, se terminaron apoyando en las revisiones de tele para determinar muchas acciones y lo que es peor pocos árbitros nuevos dieron la talla. Incluso los debutantes tomaron decisiones perjudicando el espectáculo y la forma de dirigir de los árbitros principales (que habitualmente manejan el juego).

Fue una temporada muy irregular de los árbitros para la Liga, que pueden ser los mejores del mundo (no se pone en duda) pero generaron una liga rara, irregular, llena de desaciertos. También podemos dar fe que están laburando como nunca corporativamente para crecer.

Ahora que cumplieron un año completo de experiencia, habrán dado un paso de calidad y como todo en la vida, la práctica hace al maestro. Es inevitable que dirijan cada vez mejor. ¿Conviene? De volver a dos árbitros los equipos ahorrarían 114 mil pesos de salario más los viáticos (unos 70 mil más). Es decir, el ahorro no es significativo en un presupuesto mediano.

Para que tengan en cuenta, hotel y comida de los árbitros lo pagan los clubes mientras que para los viajes se hace un pozo común para que todos los clubes equilibren las distancias a pagar del traslado de los árbitros. Pagan todo lo mismo.

- Liga de Desarrollo:

La próxima temporada se jugará de 38 fechas. Es decir cada equipo tendrá 9 partidos (entre 3 y 4 giras) de visitante con la necesidad de llevar entre 6 a 8 jugadores más por equipo. Por las tres habitaciones de más en esos 9 partidos de visitante (4500 pesos la noche en total) más las comidas, y los juegos que accedan en avión (el viaje en colectivo no sería un gasto extra) el gasto total de dicho movimiento es (siempre en promedio) de 250 mil pesos más que la actual liga.

Hay varios puntos que tomar en cuenta. En principio (y lo repetiremos como mantra en varios ítems) no se debe tomar decisiones de política deportiva de la Liga pensando en el malestar de un club, una región o una coyuntura.

La premisa es: ¿La Liga de Desarrollo es buena o es mala? Desde esa respuesta se crece o se descarta. Para quien esto escribe no solo es buena, es la mejor medida que tomó la nueva administración de la AdC.

Como argumento se comparará que detrás de la Liga de Desarrollo está la Liga Junior (liga provincial juvenil). Allí juegan chicos de hasta 19 años. Chicos de 17 a 19 años compitiendo entre ellos, es diferente que chicos de esa edad compitiendo con jóvenes de 20 a 23 años. Se eleva el nivel. Son parte de los 40 a 48 partidos que debe tener un jugador de esa edad para competir en el año más los entrenamientos.

Pero si el chico juega Liga de Desarrollo, primera local, Liga Junior y juveniles en su club, entonces el problema no es de la AdC sino del club. Si un club compite profesionalmente en la Liga Nacional de Basquetbol es lógico que centre su atención y proyectos en chicos que puedan jugar Liga Nacional en unos años, y para eso se desarrolla un programa que es del club (no del entrenador de turno).

El básquet social de los chicos de 17 a 19 años es importante para un club, y no debe causar stress dirigencial pero la Liga de Desarrollo ya nace vinculando el futuro del pibe con un deporte profesional. No garantiza que todos lleguen pero en 4 años ya logró una inserción muchísimo más rápida que lo que genera la Liga Junior, que en caso de múltiples equipos campeones nacionales no pusieron un solo jugador en Liga.

Los dirigentes de los clubes aún no terminaron de entender que el proyecto de Liga de Desarrollo para los jóvenes que cumplen 20 y todavía están contenidos en una cantera empuja jugadores en formación hacia la competencia profesional.

Y por supuesto que también se agrega las ambiciones de un club en el desarrollo del chico. Pocas chances tiene un jugador de involucrarse en una rotación de 10 jugadores de alto nivel de un equipo que va para campeón, a un club que juega para competir a su máximo posible.

Es incomprobable pero tiene sustento: Si la Liga de Desarrollo se hubiera instrumentado en el 2004 y no en el 2014 se hubiera acompañado mejor a la transición de la Generación Dorada.

Acá otra premisa falsa: ¿Por qué hay que invertir en cantera si traes un extranjero de 2500 dólares? Los jugadores foráneos baratos salvo limitados casos, no juegan bien. Alimentar la cantera cuesta menos que traer un extranjero barato y rinde más a futuro. La Liga no apuesta a una extranjerización sino al espectáculo (lo cual pasa a otra discusión).

- Streaming:

He aquí un problema sin datos. O al menos sin que los datos resuelvan el problema planteado. ¿Podría el streaming cerrarse para el lugar donde se juega el partido de tal manera que la gente de esa ciudad deba concurrir a la cancha?. Es lógico pensar que si y seguramente el efecto de vender más entradas sería una consecuencia inmediata, sin saber por su puesto, cuántas entradas más.

No hay datos que avalen tal afirmación, como tampoco hay datos que el streaming quite público en los estadios. Son miradas particulares con más o menos intereses.

El streaming es una de las grandes joyas de la nueva corona. Aunque por ahora su desarrollo sea solo un deseo más que una concreción. Porque en este punto existen dos actores: la AdC y TyC, y que se pongan de acuerdo es más difícil que recular en chancletas.

Ya nadie duda que el mundo del futuro gira para ese sector. Hoy un nene de 10 años que no va a la cancha sabe bien quienes son Máximo Fjellerup y Eric Flor. Son sus nuevos ídolos. Y puede verlos a través de su celular. Las conexiones multiplataformas es la salida a todas las respuestas y lo que los dirigentes de los clubes no encuentran es de qué manera monetizar esa situación. Cuando te cambian las preguntas del libro hay tirar las respuestas que se habían conseguido.

En el streaming cada partido de Liga tiene un promedio de 800 espectadores en vivo y cerca de 4500 al día siguiente. El Señor Youtube no permite mentir en esos datos, allí no hay marketing que pueda alterar datos ni nada por el estilo.

Nunca antes en la historia de la Liga hubo un promedio de 5000 personas para mirar un partido de Liga. Y si bien ahora la exposición es amplia también es gratuita. Entonces monetizar esa exposición se transforma en el problema real.

Y los impedimentos nacen del desacuerdo entre AdC y TyC. Allí es donde se posa la mirada principal, porque de ambos lados culpan al otro en no lograr avanzar con el streaming. Este producto boutique que es el streaming ha ido en muchos lugares bajando su nivel en vez de subirlo. Y eso que van tres temporadas completas de Streaming en vivo. En esa relación las perspectivas de poder monetizarlo son imposibles.

Una de las pocas situaciones de ayuda comercial directa del streaming hoy es la posibilidad que tiene el club de salir a vender publicidad y no de salir a pedir publicidad, que son cosas bien distintas. Cuando hay visibilidad e interés hay pauta. Alcanzar una expansión mediática era urgente y obligatorio para la Liga, por eso esta plataforma se sitúa como elemento clave. Ahora deberán trabajar para que brinde dinero.

Por último en relación al streaming. Es el único ítem que existe hoy que apoya la relación de “+ partidos + visibilidad”.

- Público en las canchas:

Otro lugar lleno de apreciaciones y pareceres sin datos concretos, unido además, al momento de cada equipo. Si los tiempos de bonanza deportiva fue hace un lustro o una década, es lógico que la gente haya bajado su promedio, si en cambio la explosión deportiva es ahora ese número creció.

¿Qué herramientas y bajo que parámetros mensuramos la cantidad de gente en la cancha?.

El primero es bajo la perspectiva de lo deseado: para lo que se pretende es ínfima, para que luzca mejor es muy poca y para un mínimo indispensable todavía es poca. Es decir los estándares como línea de partida están muy por debajo de lo que se requiere para vestir un espectáculo deportivo.

Si va más o menos gente es imposible de saber porque no hay parámetros pero si podemos inferir desde el sentido común que el streaming le quitó público. También el mismo sentido debería ser de dos manos y haber empujado al nuevo público a la cancha. Esta segunda parte parece bastante lejos de la concreción.

Para los que gusten de leer estadísticas al respecto hay un buen número de publicaciones que dan cuenta de la crisis de espectadores presenciales en los eventos de todo el mundo: teatro, cine y deporte, cuyos registros han decrecido en los últimos años. Incluso el encendido de la tv está en crisis. A casi todas las empresas de entretenimiento les cuesta competir contra la comodidad del hogar y las multiplataformas que se abrieron.

Trasladar ese registro a nuestra Liga Nacional es potenciar el problema porque estamos muy lejos de pensar al básquet profesional como un entretenimiento. Desde la estructura para recibir al espectador a las comodidades previas (por ejemplo sacar las entradas por internet) durante (experiencia en cancha) y post juego (salidas, accesos, cocheras).

En este punto es imposible generar un concepto global de “Asociación de Clubes-espectadores en cancha”. Ya que este tema refiere particularmente al trabajo que ha realizado cada club para promover y gestar la llegada de nuevos espectadores.

El Depto de Marketing de la AdC ha trabajado en la solidificación y expansión de marca global, acuerdos estratégicos y apertura de mercados, pero las medidas globales no traen gente. Eso solo pueden hacerlo los clubes laburando desde adentro y para eso, según parece, si la AdC no baja un lineamiento claro (que no lo ha hecho) los clubes se pierden en otros quehaceres cotidianos.

Así es como la gran mayoría de los clubes (hay agradables excepciones) se quedan esperando que la AdC les resuelva el problema. Algo que no hizo y no sabemos si hará. Apelar a las páginas del libro “págame la entrada por la emoción de ser hincha” ya no funciona más. Entrenadores, jugadores y árbitros evolucionaron en los últimos años, ahora los dirigentes son los que tienen que profesionalizar todas las áreas de este negocio.

- Extranjeros por equipo:

Existe una especie de debate entre los amantes de la Liga si los 4 o 5 extranjeros por equipo en cancha le quitan esencia a la Liga. Con frases del estilo “ya no es la Liga Nacional” reforzandola palabra NACIONAL. Hasta hace poco me veía tentado a pensar que la Liga Nacional era de clubes (y no de jugadores) pero eso cambiará cuando se haga participar a clubes de otros países, como parece que ocurrirá.

Hace un buen tiempo (más de 20 años) los periodistas solíamos utilizar como sinónimo “refuerzo extranjero” o solo “refuerzo” a los foráneos. Porque eran eso. Había un plan de privilegio sobre el jugador argentino que hoy no existe. Nuevas páginas de un libro diferente.

También es urgente dejar en claro que en la Liga se pagan en ciertos casos más de 20 mil dólares por mes a extranjeros que de ningún modo los valen.

En definitiva quien pondrá en términos de verdad/mentira si los extranjeros libres son contraproducente para nuestra competencia será el público con su concurrencia o su ausencia.

Jugadores nacionales la liga tendrá siempre y la cantidad de extranjeros dependerá de la audacia que tengan los nacionales para evolucionar, competir en un mundo más abierto y también saber firmar sus contratos. A ellos también les cambió el paradigma. Hace pocos días Luis Scola hablaba en Radio Metro de la inversión que debe obligatoriamente hacer un jugador en su físico y perfeccionar su juego, en cada receso y cada vez que puede.

Si los nacionales venden más entradas que los extranjeros es un debate de futuro, porque llevar esta discusión al terreno de “la conveniencia de la selección nacional” quedó en el olvido. Los clubes disponen, consiguen y ejecutan presupuestos de millones de pesos para preocuparse por ser competitivos y no perder dinero y la selección no quedó como prioridad en ningún aspecto.

Cuando USA Basketball recibe a los jugadores profesionales de la NBA para armar sus selecciones recibe la bondad de una liga mega competitiva, de lo contrario se arregla con lo que hay en ligas menores (que es mucho y bueno). Aquí podemos hacer un alto. En los próximos días y con referencia a este punto Pick and Roll hará una nota al respecto en consideración al NUDO CENTRAL DEL PROBLEMA. Si, es un poco vanidoso el título, pero en verdad es un problema del que nadie habla.

La ecuación más extranjero – menor nivel de competitividad es falsa. Tanto como decir que hay mayor nivel. Podríamos en este punto tomar las palabras del enorme Néstor Rafael “Che” García: “El mundo no se divide en jugadores extranjeros o nacionales, se divide en buenos o malos jugadores”.

- Sistema de Giras

En tres años todos los planteos de los sistemas de gira han sufrido un cimbronazo mayúsculo. Con una inflación anual de más de 30% en los gastos de traslados y alojamientos se incrementó un 100% en apenas 3 años un número que no alteraba el presupuesto y hoy si.

En principio los datos: los sistemas de gira no se realizaron para ahorrar en hotelería y comida sino en kilómetros, sea aéreo o ruta. Salvo que los equipos empiecen a viajar en el día (algo que algunos hicieron) se gasta dos días de hotel y 4 comidas por cada partido. Si quieren hacer cuentas un equipo profesional cotiza ahora en 550 pesos cada almuerzo/cena y 120 pesos desayuno/merienda, es decir 1500 pesos de comida por persona por día. Agreguen el valor de la habitación doble y pónganle el IVA. Dependiendo si el club tiene micro propio o lo alquila, si va en avión o vía terrestre, movilizar una delegación de 18 personas a una distancia promedio de 800 kilómetros por tres día son 120 mil pesos.

Un viaje a Río Gallegos para jugar con Hispano cuesta medio millón de pesos para un solo partido (y el esfuerzo que hace Hispano por jugar Liga es brutal, lo mismo que Comodoro). En los dos equipos patagónicos es donde se da la única relación del país donde el gasto operativo es más grande que el gasto de salarios. En el resto de los equipos de Liga la relación salarios/gastos operativos es de 60%-40%.

La distancia Formosa – Río Gallegos es de 3500 kilómetros. Si buscan un parámetro la distancia entre Madrid-Moscú es de 3440 km. Solo la NBA y la Euroliga tienen competencias con distancias semejantes como la Liga profesional Argentina. En dicho sentido la vieja frase “la Liga Nacional es un milagro” sigue vigente.

El sistema de giras sigue siendo el que mejor reditúa desde el concepto del gasto. La posibilidad que abrió la AdC de jugar a días consecutivos de visitante y que solamente tomó Bahía Basket entre los 20 equipos le representó al equipo bahiense un ahorro de más de un millón de pesos. Seguramente el resultado deportivo de dicha ecuación no haya sido tan bueno, pensando en algunas lesiones. No obstante, en los 19 partidos fuera de casa terminó con registro de 5-14 mientras que en la temporada 16/17 fue 6-13.

Las consecuencias del sistema de gira determina que se deba jugar 3 partidos seguidos de local y posiblemente aquí es donde hace hincapié la mayoría de los problemas: la gente elije a qué partido ir.

Una ecuación saludable para este concepto financiero sería ahorro por sistema de giras (menos) entradas de venta que se pierden de vender por jugar tres seguidos de local. De ese resultado se compatibiliza entre los 20 equipos. Si a la mayoría le da positivo deberá seguir. Porque como hemos dicho, la situaciones plausibles a un club o una coyuntura no hacen a la decisiones de una liga sustentable.

Entonces volvemos al punto “público en las canchas” y preguntamos ¿De qué manera diferente trabajó el club para que los hinchas puedan ver la totalidad de los partidos en esta nueva modalidad?

Epílogo

Para cerrar este largo monólogo diremos pocas cosas. Se prevé que se jugará un Súper 20 de crisis donde muchos equipos apostarán a jugar sin foráneos. Ahorrándose 2 meses de un americano (entre 15 y 20 mil dólares) los equipos ya obtienen 520 mil pesos de ahorro en su presupuesto.

Situaciones como estas se verán mucho más que otra veces, porque la crisis económica ha generado un estado de atención muy grande en la vida de los clubes, justo en el marco de un proceso de cambios (de la Liga y del espectador) que pone a pruebas las voluntades de los dirigentes

Pick and Roll hará un programa de youtube especial sobre eso, y como es necesario generar un debate y abrir un foro participamos a todos a dejar opiniones y consultas en los comentarios de esta nota. Serán leídos y respondidos. Veremos si entre todos se llega a una conclusión.

@pablotosal