El laberinto de la soledad

Un fin de temporada amargo para Donovan Mitchell, Kevin Durant y Joel Embiid, tres de los jugadores estelares que tiene la NBA y responsables de colocar al Jazz, Nets y Sixers como grandes aspirantes tras quedar primeros y segundos en la fase regular.

Este tridente de estrellas dejaron todo, mostraron mayores recursos para combatir al rival, ganar, superarse, jugar mayor cantidad de minutos y todo lo que estuvo a su alrededor para llegar lejos pero no fue posible. Llegaron con poca nafta y buscaron auxilio pero no lo encontraron en el final del camino.

¿Culpa de ellos? Claro que no, habrán tenido errores, pero quedó demostrado, una vez más, que uno solo no puede hacer todo (o casi todo) ni se puede ganar. De hecho, los vencedores como Atlanta y Milwaukee tuvieron otro acompañamiento además de sus estrellas. al fin y al cabo estar rodeado genera otra ganancia, de eso hablaremos.

Comencemos por el caso de Brooklyn Nets. La lesión inicial de Harden comenzó a derribar ciertas esperanzas del equipo. Un elenco que tomó fuerza tras la llegada del ex Rockets más el alta físico de Durant y todas las expectativas junto a Irving por conseguir el anillo de campeonato. Las miradas puestas en ellos tres, se sumó Griffin pero sin hablar de nadie más en el plantel, ellos tres o nadie prácticamente.

Inició 2-0 ante Bucks sin mayores problemas pero Durant sacando la cara (29.0 ppp) en esos dos primeros cotejos. Si bien logró un acompañamiento de Irving más Harris o Griffin, mucho pasaba por el alero. Peor cuando aparecieron las derrotas. Nets se colocó 3-2 tras el escalofriante juego de Durant (49 pts, 17 rebotes, 10 asistencias) pero fue sufriendo el desgaste total.

A todo esto, Bucks comenzó a encontrar más soluciones. Middleton con 38 pts en el juego seis más Holiday como tercer espalda y del otro lado Durant con 32 pts y 30 tiros de campo. Todo quedó más claro en el séptimo. Harden tocado por la lesión,hizo lo que pudo y Durant quedó más expuesto al igual que su físico. Un partido fuera de lo normal para cualquier jugador menos para Durant. Cerró con 48 pts, el doble casi triple para empatar y tuvo el tiro para ganar el partido.

Si bien Griffin y Harden colaboraron del otro lado se vio una cuestión clave. Más allá de los 40 pts de Antetokounmpo, fue Middleton quien decidió el partido mientras que en los Nets todo quedó en manos de Durant pero ese enorme esfuerzo se vio reflejado en el último tiro, el cual, no tocó aro. Pura frustración, exceso de minutos y cansancio, sobre todo lo último. Demasiado Durant pero poco Nets. 34.2 ppp, 9.3 rpp, 4.4 app. Una barbaridad, pero no pudo.

El caso de Philadelphia Sixers es más claro todavía. Joel Embiid, candidatazo al MVP, se quedó corto, o mejor dicho, todo el equipo se quedó corto al rodearlo e intentar llevarlo, como mínimo, a una final de conferencia luego del primer puesto en la regular. Si bien Philli peleó hasta un séptimo lugar, las cosas no terminaron bien y el casi nulo acompañamiento fue evidente.

Sixers llegó casi sin problemas a la segunda ronda. Derrotó a Wizards 4-1 y a diferencia de Los Nets, falló la segunda supuesta estrella, me refiero a Ben Simmons para acompañar a Embiid. Fueron Curry y Harris los que debieron subir su nivel pero en definitiva el camerunés llevar el peso y la responsabilidad ofensiva ante un rival, que más allá de contar con el formidable Young, se basó en varias armas para deshacerse del uno del Este.

Embiid cerró con 28.2 ppp, 10.3 rpp y 3.4 app en los 11 partidos que jugó en playoffs. Números fantásticos y lejos del resto prácticamente. Insisto que tanto Harris como Curry tuvieron performances muy superiores a las de fase regular entendiendo la falta de acompañantes claros para el interno dominante de la NBA.

Atlanta arrancó al frente con cinco jugadores en doble dígito y Embiid anotando 39 unidades.Sixers empató con 31 pts de Embiid y tras cartón quedó 2-1 tras el casi triple doble del interno. Atlanta lo dio vuelta con Young a la cabeza pero siempre 4/5 jugadores en doble dígito y dominando los rebotes. Embiid tuvo 4-20 y el equipo perdió.

Sixers empató 3-3 en el mejor juego colectivo de la serie. Harris y Curry brillando más Embiid y Maxey, algo que no se repitió después. Hawks ganó el séptimo con números de lujo; por un lado los 27 pts de Huerter, el doble doble gigante de Collins mas pinceladas de Young y Embiid (31 pts, 11 reb) llevando el carro de Sixers. Así, imposible. El colectivo lo hizo de nuevo.

Nos vamos al Oeste y Utah Jazz como el centro de atención. Contó con una fase regular deslumbrante con varios puntos altos y lógicamente Donovan Mitchell como el jugador estelar dentro de la plantilla. En los playoffs todo varió y la dependencia se inclinó demasiado hasta romperse en el sexto juego ante Clippers. Falló el colectivo de un lado y la sobreexigencia sobre el as de espadas.

Vayamos a un punto inicial que demuestra esta situación. Si bien Jazz ganó 4-1 ante Grizzlies para pasar a las semifinales de Conferencia, comenzaron cayendo en el primer duelo. En dicho partido faltó por lesión Donovan Mitchell. El escolta regresó, pudo todo en orden para ganar los cuatro partidos, y el último siendo goleador pero con cinco jugadores en doble dígito, otro ejemplo de las fortalezas colectivas, algo que le faltó al Jazz luego.

Ante las Clippers las cosas comenzaron bien con spiderman prendido fuego. Mitchell promedió 41.0 ppp en el 2-0 inicial del Jazz con 45 y 37 puntos respectivamente para liderar a fondo la ofensiva de Utah y quedar muy cerca de las finales. Las cosas comenzaron a variar en grande. Clippers creció adelante, tuvo cuatro jugadores claves contando a George y Leonard en el tercer juego para enderezar la balanza. Jazz perdió acompañamiento, Mitchell con 37 pts y 9-26 de campo en el cuarto juego y un aire de cambio total.

En quinto y sexto juego tuvieron ciertas particularidades. Clippers sin Leonard y Jazz con todo el camino teóricamente allanado. George sobresalió, Jackson y Morris con números gigantes y del otro lado, más allá de un goleo repartido, Mitchell con bajones ofensivos y el equipo sintiendo en su totalidad dicha situación para quedar a contramano.

El cierre no podía ser peor. Mitchell rozando el triple doble con 39 pts y el equipo +22 al cierre del primer tiempo. Se desmoronó por completo, un catastrófico tercer cuarto y héroes por todos lados de parte de Clippers. Mann con 39 pts, cinco jugadores en doble dígito en los angelinos y el resto de Utah totalmente ido. De nuevo el colectivo lo hizo.

Solos no pueden. No importa si se llaman Durant, Mitchell o Embiid. Necesitan de laderos fieles, confiables, que si bien por momentos aparecieron, en el cierre todo quedó en mano de las estrellas. Es cierto, como debería ser, pero no en un exceso que provoque desgaste, fatiga y desmoronamiento físico con exceso de tiros. Cuanto mayor acompañamiento mejores resultados, cuanto más colectivo mejor. De eso nadie escapa.

José Fiebig

@Josefiebig